Sociedad

5 formas por las que innovar puede ser parte del problema


Si tenés el objetivo de formar una organización moderna e innovadora, generadora de valor real y que sea reconocida como un gran lugar para trabajar, éstas son las 5 razones por las que vas a fracasar implementando metodologías ágiles.




1 No hace falta


No intentes arreglar lo que no está roto. Cuando una mayoría silenciosa en el equipo considera que las cosas están bien como están, van a oponerse consciente o inconscientemente al proceso de innovación. Esto es una reacción a cambios en la forma habitual de hacer las cosas, un mecanismo de defensa de la cultura organizacional. Cuando el sabotaje tiene éxito, el fracaso es siempre de la implementación.


Las prácticas ágiles pueden ser utilizadas por todo tipo de equipos. Organizaciones no tecnológicas de ventas, recursos humanos, educación o gobiernos las utilizan para mejorar la productividad y ofrecer mejores servicios. Los equipos se vuelven más colaborativos, aumenta la productividad y los clientes o beneficiarios quedan satisfechos. Pero antes hay que romper con la inercia del hábito.


2 No hay Quórum


La burocracia, la falta de motivación y la inercia conspiran en nuestra contra. Para cambiar una convención establecida hay que enfrentarse a los hábitos de otras personas y sus propias maneras de entender el mundo. No los vamos a convencer con palabras y razones. No hay bajada de línea posible. Y sin el apoyo genuino del equipo, vamos directo al fracaso.


Paso a paso y paciencia. Fortalecer el flujo de información y reducir el ruido, ayuda (menos Whatsapp, menos Zoom, más acceso a la información necesaria para las tareas). Dar visibilidad a las tareas para todo el equipo y las partes interesadas, aporta. Los mapas de empatía nos acercan a entender a nuestro público objetivo y nos alinean. Todo apoyo cuesta enorme esfuerzo de lograr y se pierde con facilidad.


3 No se entiende


Trello es una aplicación web para la organización de tareas. Puede ayudar en la coordinación de equipos de trabajo y brilla cuando se usa de manera colaborativa. 


También puede generar dolores de cabeza y pérdida de tiempo. Tenemos que tener en cuenta que le estamos pidiendo a nuestro equipo "no técnico" que descubra cómo usar un nuevo software. Si al mismo tiempo queremos implementar nuevos métodos de gestión de proyectos, estamos sumando estrés y retrasando las posibilidades de éxito.


4 No hay resultados


El objetivo de la innovación no es la innovación. La mejora de procesos, la digitalización, el uso de nuevas herramientas de software, no es un objetivo en sí mismo. Es habitual que los equipos carezcan de una dirección estratégica clara. De esta forma, toda experimentación, adaptación y cambio basado en nueva evidencia resulta siempre insuficiente.


Innovamos para obtener mejores resultados. Para las organizaciones esto es más fondos, más ganancias o más impacto. 


5 No hay constancia


El que abandona no tiene premio. La innovación no es una meta de llegada,  no hay certificado de "organización innovadora" que valga de algo. Como todo lo que merece el esfuerzo, hay que insistir. Incluso una vez que se haya adquirido cierto ritmo es esperable que se den retrocesos y contramarchas. Además, los equipos no se mantienen fijos. Hay rotaciones, personas que parten y otras que se suman.


De todas las formas que nos llevan a fracasar implementando metodologías ágiles, la más segura es dejando de insistir.





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