Rafie Ollah Shouhed, un ciudadano estadounidense de 79 años que fue atacado y lesionado por agentes migratorios en una redada que se llevó a cabo en Los Ángeles, presentó una demanda por 50 millones de dólares por agravio.
Rafie tiene un lavadero de autos en Van Nuys, California, y el martes 9 de septiembre se encontraba en un día de trabajo habitual cuando de repente aparecieron dos autos de los que se bajaron agentes de inmigración y dieron inicio a un operativo que lo dejó con varias costillas fracturadas, laceraciones en el brazo y un codo dislocado.
Las autoridades aseveraron que “el propietario de Valley Car Wash, ciudadano estadounidense, obstaculizó un operativo y fue arrestado por agredir y obstaculizar el paso de un agente federal”, pero la víctima lo negó.
Según Shouhed, cuando vio el operativo dentro de su negocio que apuntaba a clientes, consultó “si había algo que podía hacer, cuál era el problema y por qué habían ido allí”. “Ni siquiera me hablaban y uno de los funcionarios me contestó: ‘No se jode con inmigracion‘. Tres de ellos se tiraron encima mío”, continuó.
El damnificado nació en Teherán, Irán y en 1980 consiguió su ciudadanía norteamericana: en los Estados Unidos construyó su familia. “Éste es un gran país, amo este país, ha sido muy bueno para todos y para mí también”, destacó en diáolgo con la CNN, al tiempo que sostuvo que “la actitud que tuvieron estas personas y lo que hicieron no está bien y no es justo".
“Por supuesto que hay personas malas, pero nadie debería ser tratado de esta forma. Después de todo somos todos seres humanos”, sostuvo.
Rafie pasó 12 horas en un centro de detención y cuando confirmaron que era ciudadano estadounidense lo dejaron en libertad.
“No lo están acusando de ningún delito”, confirmó V. James D’ Simone, abogado de Rafie.
El letrado presentó una demanda federal por 50 millones de dólares por agravio.
En el documento responsabiliza a los agentes federales de agresión, lesiones, infligir angustia emocional e indiferencia deliberada ante una condición médica grave de su cliente, casi un octogenario.