Sociedad

Año bisiesto: qué pasó un día como hoy, 29 de febrero, fecha que se repite cada cuatro años

Este 2024 es un año bisiesto, es decir, tiene 366 días ya que se agrega uno: el 29 de febrero. Es para sincronizar el calendario con la órbita del planeta, por lo que en total tendrá 527.040 minutos y 31.622.400 segundos.
No obstante, un día al calendario cada cuatro años no es ninguna casualidad, de hecho, se remonta a la antigüedad y tiene detrás una lógica científica e histórica.
La Tierra tarda 365,242 días en dar una vuelta completa alrededor del Sol, lo que se conoce como año trópico. El año trópico entonces tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,25 segundos. Por lo tanto se agregó un día cada cuatro años para compensar las casi seis horas que se pierden cada año en la medida del tiempo cronológico y el astronómico, dado por el movimiento orbital terrestre.
Históricamente, el problema se subsanó definiendo que si un año es divisible por 4, entonces es bisiesto, pero luego se ajustó, y ahora son aquellos que son divisibles por 400.
Su origen se remonta al año 45 a.C, cuando Julio César, uno de los políticos y militares más importantes de la antigua Roma, le pidió a Sosígenes que conciba el calendario de 365 con uno extra cada cuatro, el cual se conoció como calendario juliano.
En octubre de 1582, el Papa Gregorio XIII quiso eliminar los errores del calendario juliano e inventó el calendario que usamos hoy en día, el calendario gregoriano. Es una versión refinada de la obra de Julio César que tiene en cuenta el tiempo real de la órbita terrestre. La diferencia esencial entre uno y otro es que sólo se considera año bisiesto si es divisible por 4, pero atención, si es divisible por 100, será bisiesto sólo si también es divisible por 400.
Según las normas gregorianas, el próximo año bisiesto al que no sumaremos un día extra será el 2100. Ese año es divisible por 4, pero no será bisiesto porque también es divisible por 100 pero no por 400.
Con esta sencilla modificación del calendario juliano nos mantenemos realmente sincronizados con la duración verdadera de la órbita terrestre. Si todos los años divisibles por 100 fueran bisiestos, habría demasiados días adicionales en el calendario. Pero con esta sutileza que introdujo el Papa Gregorio XIII, se corrige el error que cometió Julio César.

AÑO BISIESTO

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