Sociedad

Declaran otros cinco médicos en el juicio por la muerte de Diego Maradona

Este jueves continúa el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona con el testimonio clave de cinco médicos que trabajaban en la clínica Ipensa, donde el Diez estuvo internado los días 2 y 3 de noviembre de 2020, apenas semanas antes de fallecer.
Los profesionales declararán en los Tribunales de San Isidro. La Fiscalía busca seguir recolectando pruebas para determinar la responsabilidad penal de los siete imputados en la causa, entre ellos médicos, psicólogos y enfermeros que integraban el equipo que atendía a Maradona durante sus últimos días.
Aunque se esperaba que Verónica Ojeda, expareja del astro y madre de uno de sus hijos, ampliara su declaración este jueves, finalmente decidió no presentarse nuevamente tras su participación en la audiencia del martes.
La investigación judicial avanza con ritmo firme, y el proceso oral apunta a esclarecer si hubo negligencia o abandono de persona en la atención médica que recibió el ídolo en sus últimos días con vida.
El martes se produjo una de las audiencias más fuertes desde que comenzó el juicio con el crudo testimonio de Verónica Ojeda. La expareja del Diez apuntó contra el médico Luque y el entorno de Diego.
Los escalofriantes detalles sobre los últimos días de Diego Maradona
“La última vez que fui a la casa, la cocina estaba sucia, cuando entrabas no estaba en condiciones. Donde estaba Diego había mucho olor a pis, a caca, y por eso ese mismo día le dije a Diego que se afeitara y bañara. Diego tenía ese olor, por eso le dije que se bañe, que se cambie, no estaba en condiciones”, comentó con crudeza Ojeda.
Ojeda contó que el 23 de noviembre fue a ver a Diego Maradona por última vez (dos días antes de la muerte) y que lo vio “todo hinchado”: “Llegué y estaba solo con Coria -el custodio- y una enfermera que estaba en el living leyendo una revista. Ahí entré a verlo y lo vi desfigurado. Todas las manos hinchadas, la panza hinchada. Le decía ‘Diego qué te pasó‘. Le decía a Coria que se fuera y me decía ‘No puedo, tengo órdenes de quedarme’. Y lo que más me llamó la atención es que Coria lo tenía agarrado de la mano todo el tiempo. A mí no me parecía algo normal”.
“Ese 23 me fui muy mal y fue el último día que lo vi con vida”, cerró.

JUICIO MARADONA

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