La historia del fútbol argentino argentino se divide
principalmente en dos eras: amateurismo y profesionalismo. Sin entrar en la
discusión de cuál es el valor cada una de ellas, un 31 de mayo como hoy
pero de 1931, hace 89 años, se disputó la primera fecha de la Liga Argentina de
Football, protagonizada por los clubes más convocantes de Capital Federal, el
conurbano bonaerense y La
Plata, nacida a partir de un quiebre que duró hasta 1934.

La huelga de futbolistas de abril, en reclamo del
reconocimiento de la profesión, la libertad de contratación y nuevas
regulaciones en los pases, derivó en ello. De un lado, en la Asociación
Amateurs Argentina de Football -con el reconocimiento oficial de la FIFA-
quedaron los equipos negados a reconocer que los jugadores cobraban por sus
servicios y eran empleados encubiertos. Del otro, en la LAF, todos los
conjuntos dispuestos a blanquear lo que ya era una realidad.
En aquella fecha inicial con 18 equipos, solamente tres
de los cinco grandes estuvieron presentes. River se impuso 1-0 en la casa de
Atlanta y en condición de local San Lorenzo derrotó
a Tigre por 4-2. Distinto fue el panorama para el Xeneize, que arrancó con un
pálido 0-0 ante Chacarita en su viejo estadio de tablones, donde hoy está La
Bombonera.
¿Independiente y Racing? Recién jugaron el clásico
correspondiente a esa jornada inaugural el 9 de enero de 1932, con triunfo de
la visita por 4-1, aunque el torneo ya había terminado. Antes se habían medido
por el capítulo 18 en un verdadero show de goles: 7-4 para la Academia.
Los platenses debutaron con victorias. Estudiantes le
ganó a Talleres
de Remedios de Escalada por 3-0, mientras que Gimnasia se impuso 2-1
sobre Lanús a
domicilio. Al mismo tiempo, Huracán goleó 4-0 a
Quilmes, Ferro se impuso 2-0 ante Argentinos Juniors y Vélez no pudo con
Platense, que festejó ante su gente por la mínima diferencia.

Boca, impulsado por los 27 goles de Francisco Varallo,
quien debutó en esa primera fecha, se consagró con un partido de anticipación.
Le ganó 4-2 a Talleres (RdE) y sacó una ventaja indescontable para San Lorenzo,
el segundo. Estudiantes terminó tercero con igual puntos que River (44) pero 40
goles más, principalmente gracias a los romperedes Alberto Zozaya (33) y
Alejandro Scopelli (31), los máximos anotadores. No hubo descensos y el
campeón fue azul y oro. Cualquier semejanza con la actualidad...