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El papa Francisco continúa estable y pudo reanudar algunas de sus actividades laborales

El nuevo parte médico sobre la salud de Francisco difundido este miércoles por la tarde mostró una continuidad de la mejoría expresada en las anteriores comunicaciones dadas a conocer por el Vaticano, al punto que anunció que el Papa no había tenido nuevas crisis respiratorias desde la ocurrida este lunes.
"La salud del Santo Padre, también hoy, ha permanecido estacionaria sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria. Como estaba previsto, recibió oxigenoterapia de alto flujo durante el día y durante la noche se reanudará la ventilación mecánica no invasiva. El Santo Padre aumentó la fisioterapia respiratoria y motora activa", informó el equipo médico que lo trata en el Policlínico Gemelli de Roma, sitio donde permanece internado desde el 14 de febrero por un cuadro de bronquitis que luego derivó en una pulmonía bilateral.
Luego, el texto dado a conocer por la Iglesia continuó: "Pasó el día en un sillón. Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado. Esta mañana, en el piso privado de la 10ª planta, el Santo Padre participó en el rito de bendición de las Santas Cenizas que le impuso el celebrante, y luego recibió la Eucaristía".
"Después se dedicó a algunas actividades de trabajo. Por la mañana, llamó al padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza. Por la tarde, alternó descanso y trabajo", cerró el boletín difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El religioso argentino de 88 años cumplió este miércoles de Cenizas (el inicio de la Cuaresma, el período de penitencia de 40 días que precede la Pascua) veinte días de hospitalización en el centro de salud de la capital italiana.
Fuentes del Vaticano filtraron que el jefe máximo de la Iglesia católica, quien desde que fue internado tuvo cuatro crisis respiratorias agudas que hicieron temer lo peor, nunca dejó de estar alerta, orientado y colaborativo, como indicaron los partes que se fueron compartiendo oportunamente Y, pasados los episodios agudos, siempre estuvo de buen ánimo y alimentándose con comida sólida.
También trascendió que en la Santa Sede preocupa la aproximación a una Semana Santa con un Pontífice ausente, un escenario que de todos modos no sería novedad ya que ocurrió con San Juan Pablo II en lo que en 2005 fue su última Pascua, cuando ya estaba muy mal de salud debido al implacable avance del mal de Parkinson.
El año pasado, siempre por su bronquitis crónica y el temor a resfriarse y con el fin de cuidarse en vista de las celebraciones pascuales, Francisco no presidió el tradicional Vía Crucis desde el Coliseo, sino que siguió la ceremonia por video desde su residencia de Santa Marta.

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