Manuel Adorni insistió en que el vínculo entre el Presidente y su compañera de fórmula está quebrado desde hace tiempo. “Ya lo hemos dicho una y mil veces”, remarcó. “Independientemente de la terminología utilizada por el Presidente, todo el mundo sabe que la Vicepresidente no es parte del proyecto. No es parte de ese norte que hablábamos recién. Y el Presidente considera que no es parte de la gestión ya desde hace muchísimo tiempo”, afirmó el vocero.
Ante la pregunta sobre si es posible gobernar en estas condiciones, Adorni respondió: “Hace un año y medio que gobernamos con resultados bastante prominentes”. Luego restó importancia al impacto institucional del conflicto con Villarruel: “Son cuestiones del día y de la dinámica de todos los días, de la política y de la propia dinámica del gobierno. No veo por qué, digamos... Creo que siempre se le dio demasiado valor a determinadas definiciones”.
El funcionario insistió en que no hay sorpresas respecto a la posición de Milei: “Simplemente no forma parte del Gobierno, no forma parte de la gestión, no forma parte del día a día y no es parte de este proyecto. No hay mucho más para decir. Es darle vueltas a algo que siempre es lo mismo”.
El Presidente había hablado al respecto en el escenario de “La Derecha Fest”, un evento libertario celebrado este martes en Córdoba capital, que los organizadores presentaron como “el evento más anti-zurdo del mundo”. Allí, Milei volvió a cargar públicamente contra Villarruel. Ante una audiencia eufórica, la acusó de haber “roto la primera ley de la economía: la ley de la escasez”. Acto seguido, la calificó como “la bruta traidora”, una expresión que desató aplausos en el salón.
Durante el acto, Milei se enfocó principalmente en confrontar con lo que define como “el colectivismo” y reforzar su discurso libertario ante un público afín. En ese marco, la acusación contra su Vicepresidenta funcionó como una reafirmación de su estrategia política.
La batalla cultural y el repudio a la vicepresidenta Victoria Villaruel, rompieron las barreras del sonido entre aplausos y silbidos. “Roma no paga traidores”, repitieron, una y otra vez, tanto el Presidente como varios de sus oradores. Incluso, en el ingreso al lugar, se vendían remeras con esa frase estampada.
“El Presidente considera que no es parte de la gestión”
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