La cuenta regresiva para las elecciones legislativas del 26 de octubre ya está en marcha y el escenario político riojano quedó definido anoche con el cierre de listas. En total, cinco frentes y partidos confirmaron su participación, configurando una oferta electoral diversa que buscará captar el voto de un electorado polarizado y atento a las propuestas.
Por el lado del oficialismo provincial, el Partido Justicialista encabeza el frente “Federales Defendamos La Rioja”, que reúne a siete fuerzas políticas: Partido Justicialista, Frente del Pueblo, Frente Renovador, Movimiento Norte Grande, Lealtad y Dignidad, Partido Demócrata Cristiano y Kolina. La particularidad es que la coalición no utilizará la marca “Fuerza Patria”, nombre impulsado a nivel nacional para unificar al peronismo, sino que optó por una identidad propia. Este frente, de marcada afinidad peronista, se presenta como la principal estructura de respaldo al Gobernador Ricardo Quintela.
En la vereda opositora, la Unión Cívica Radical lanzó el frente “Somos La Rioja”, junto a la Coalición Cívica ARI y otros espacios provinciales. Se definen como una alternativa “lejos de los extremos” y con el objetivo de confrontar al quintelismo, al que califican como “un modelo agotado”. Según expresaron desde la UCR, su propuesta busca ser “la piedra basal de un proyecto de provincia con desarrollo, trabajo y transparencia”, con un fuerte énfasis en la educación y el trabajo genuino como motores de progreso.
Otro espacio que competirá es “Provincias Unidas”, integrado por el PRO y la Unión del Centro Democrático (UCD), con representación local a través de la línea “Hacemos”, encabezada por el exvicegobernador Néstor Bosetti. La UCD, que en La Rioja mantiene dos líneas internas, se presenta junto a sectores de centro-derecha que buscan consolidar un electorado propio en la provincia.
En el espectro libertario, La Libertad Avanza confirmó que competirá en soledad, sin integrarse a frentes provinciales, buscando capitalizar el impulso nacional del espacio de Javier Milei.
Con este mapa político, las elecciones legislativas de octubre en La Rioja se perfilan como una disputa marcada por la fragmentación opositora y la búsqueda del oficialismo de retener su peso en el Congreso y en la Legislatura provincial.