Talleres de Córdoba hizo historia en Paraguay, donde derrotó a River por penales, luego de un extenuante partido que terminó 0 a 0 en los 90 reglamentarios y que mantuvo la paridad en el alargue.
En la definición desde los 12 pasos, y a pesar de que el Millonario tuvo siempre la ventaja, con dos penales atajados por Franco Armani, finalmente el conjunto cordobés aprovechó la falta de efectividad de los pateadores designados por Marcelo Gallardo y se quedó con un triunfo que será largamente festejado en la docta.
Talleres tiene su estrella. La ganó en Paraguay. La ganó con el alma. Con el corazón. Con el cuerpo. Con la fuerza de sus jugadores. Con el aliento de sus jugadores. Haciendo que La Nueva Olla sea el lugar en el que cocinó uno de los momentos más memorables de su historia: el de ganar un título de la AFA en la máxima división. Fue la Supercopa Internacional. Y fue ante el River poderoso, el River de Marcelo Gallardo.
Fue por penales (victoria 3-2). Fue para toda la vida. Talleres lo hizo. Rompió la pared. Enterró las finales recientes en definiciones nacionales, como las Copa Argentina ante Boca y Patronato.
Como las definiciones de los títulos de Liga en los últimos tres años. Talleres lo hizo. A lo grande. Después del 0-0 en los 90 y en el alargue, llegaron esos remates en los que Talleres fue el Talleres que toda su gente quiere: el Talleres de los títulos. Acá, en Paraguay, hubo un Talleres para siempre.
En los penales, por Talleres convirtieron Mosqueira, Bustos y Benávidez. Bebelo Reynoso lo tiró afuera, y a Tarragona y a Ortegoza se los atajó Armani. Del lado de River, lo hicieron Pity Martínez y Borja. A Rojas, le contuvo su disparo Herrera, Montiel, Colidio y Lanzini dispararon afuera.
En los penales, Talleres se quedó con la Supercopa
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