La abogada de la familia Morales falleció en la ciudad donde residía desde hacía un tiempo. Su partida deja un vacío en el ámbito jurídico y en aquellos que siguieron de cerca el emblemático caso que marcó un antes y un después en la provincia de Catamarca.
El crimen de María Soledad Morales ocurrió el 8 de septiembre de 1990 en Catamarca. La joven fue brutalmente asesinada y su cuerpo fue encontrado dos días después en el Parque Daza, ubicado en la entrada a la capital provincial, a pocos kilómetros del centro. Este trágico suceso se convirtió en un hito que dejó una profunda huella en la sociedad catamarqueña y generó un fuerte clamor por justicia.