Sociedad

Federico Brion: "Quiero devolverle a La Rioja la posibilidad que me dio de formarme como médico"


Agradecido por la experiencia y por ser parte de la Brigada de Acción Rápida Sanitaria, donde junto a otros 40 jóvenes voluntarios, a los cuales considera "una familia", Federico Santiago Brion, 26 años, asiste diariamente a cientos de personas que atraviesan la enfermedad del covid-19.  El trabajo no sólo consiste en la identificación y control de los enfermos, sino también en la promoción de la salud y la contención emocional.
Oriundo de Cruz del Eje, Córdoba, Federico, reside desde hace 7 años en nuestra provincia, actualmente cursa el último año de la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La Rioja y por la pandemia no pudo continuar con la Práctica Profesional Obligatoria (PFO), pero lejos de desanimarse, decidió sumarse como voluntario y  ayudar, en estos tiempos difíciles. 


¿Cómo nació tu iniciativa de sumarte a esta brigada?
-F.S.B.: Mi iniciativa en lo personal siempre lo digo es devolverle a La Rioja, lo que La Rioja me dio, que fue la posibilidad de formarme como profesional, estoy a un paso de ser médico. Estaba haciendo mis prácticas que se llaman PFO, empezaron  en agosto del año pasado y tenía que terminar en agosto de este año, hace un mes que ya tendría que haber sido médico y por la pandemia se demoró mi objetivo. Al no poder terminar las prácticas, llegó esta posibilidad de sumarme al COE como voluntario y acepté, esto para mi es parte de una experiencia importante y también ser parte de la asistencia que podemos llevar a la gente porque vemos que hay muchas personas con miedo. Así nació esta área que ahora le llamamos Brigada de Acción Rápida Sanitaria –BARS- la cual día a día va creciendo un poco más.


¿Qué es el BARS y en qué consiste el trabajo que realizan?
-F.S.B.: El BARS, comenzó hace dos semanas, el lunes 31 de agosto y está integrado por estudiantes de 5° y 6° año de la carrera de Medicina de la UNLAR, bajo la coordinación de los profesionales médicos Karina Córdoba, Susana Quinteros y Gonzalo Calvo.


La iniciativa es llegar a los domicilios de todos los pacientes positivos. Lo que hacemos es un seguimiento a esos pacientes, primero tomamos contacto con ellos, los identificamos, vamos a sus domicilios y hacemos un barrido que sería todo el trabajo de protocolo que ellos necesitan, hacemos un control  de sus signos vitales y le hacemos una pequeña anamnesis, sería un par de preguntas, con la intención de identificar a los pacientes que se pueden complicar y no queremos que eso pase, buscamos disminuir la tasa de mortalidad y que no lleguen al hospital de Fátima en muy mal estado. 
Toda esa información se carga en una base de datos, los chicos no medican a sus pacientes.  Inmediatamente la doctora Córdoba, Quinteros o Calvo, hacen una llamada a esos pacientes en riesgo y le van dando indicaciones. 
Muchas veces se hace  una asistencia también emocional, porque hay muchos  pacientes con miedo  y nosotros le hacemos esa contención para que puedan llevar un poco mejor su enfermedad y así también hacemos todo lo que es prevención primaria de la salud, pidiendo que mantengan la distancia social, que usen barbijos, el lavado frecuente de manos y que ellos como positivos, cuenten sus experiencias a sus cercanos o  vecinos para que tomen conciencia de la importancia de cuidarse y lo feo de ser positivo de Covid. 


¿Cómo es trabajar con compañeros y otros jóvenes estudiantes en estos tiempos difíciles?  
-F.S.B.: Es un trabajo realmente lindo. Somos un equipo de 40 voluntarios aproximadamente y todos tenemos la camiseta del equipo puesta, salimos y volvemos super acalorados, transpirados enteros por todo el equipo de protección que llevamos pero lo hacemos por la gente y por asistir a los enfermos.
Uno como joven a veces tiene como un poco más de pilas y tiene esas ganas de trabajar y de sumar por la sociedad. El estudiante de medicina se caracteriza por eso, igualmente que los chicos de enfermería, los chicos de agentes sanitarios: estar siempre al pie del cañón y con el deseo de sumar para contribuir en algo. 


¿Cómo ves su reacción, su compromiso?
-F.S.B.: Hay chicos que cumplen con su turno y te dicen ¡si hacen falta chicos yo me sumo, yo los ayudo, yo colaboro! Es un equipo muy lindo que todo el tiempo está tratando de asistir, los veo y realmente me conmueve porque se armó algo muy rápido y en dos semanas creció un montón y le hacemos asistencia a un montón de gente, siempre tratando de llegar  a todos. 


¿Qué sentís cada día al culminar tu tarea?
-F.S.B.: En las noches llego cansado, como todos los chicos, ya con la rutina de cómo sanitizar las cosas, como limpiarlas para no contaminar el domicilio y directo a bañarse. En el día se trabaja y se anda mucho para tratar de organizarlos un poco. Siempre agradecido con la sociedad y con La Rioja.  


¿Qué le dirías a tus compañeros del BARS?
-F.S.B.: ¡Gracias! Porque es importantísimo agradecerles a todos, tanto a todo el equipo de voluntarios que tenemos porque somos un equipo y todos vamos para la misma dirección. El BARS se creó con esa finalidad de asistir a la gente en este momento tan difícil y a nosotros nos lideran tres personas,  que para nosotros son como unos ángeles porque están en la lucha constantemente todo el día, los veo trabajar desde que llego a la mañana hasta la noche que me voy, ellos están con nosotros y eso es muy importante. También quiero agradecer al  ministro de Salud, Juan Carlos Vergara, que nos dio la oportunidad de sumarnos como voluntarios, sin eso no estaríamos aquí. A la sociedad, le pedimos que se sigan cuidando siempre.  
Y lo más importante de todo, es agradecer a mis padres Ismael Brion y Cristina Acevedo, que me dieron la oportunidad de poder estar acá en La Rioja. Sin ellos no podría estar aquí.

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