Esta ubicada en el marco de una finca nogalera. Huiracocha significa mucho más que alojamiento y comida, con la posibilidad de relajarse frente a uno de los paisajes cautivantes de la región y en un edificio que mezcla misterio, historia y leyenda.

Gracias a su excelente clima, con veranos frescos e inviernos moderados, el turista puede pasar sus días en contacto real con la naturaleza. Si gusta, se se puede realizar largos paseos señalizados por las más de 50 hectáreas del complejo. Se puede admirar en primera persona la flora y la fauna local, dentro el predio es posible ver llamas deambulando libremente en el valle o también hay estanques repletos de truchas.
Las cabalgatas a lo largo del Río de Piedra es otro de los grandes atractivos de la finca. Allí, acompañados de baqueanos conocedores del territorio llegará a los pies del mismo Famatina,donde en días soleados se puede admirar la majestuosidad del vuelo del cóndor en el cerro.
Huiracocha es una finca de nogales. Como tal será posible que el visitante conozca otro aspecto del turismo rural como es la cosecha de la nuez: desde el abono a la elaboración del producto artesanal, pasando por la poda y el riego. Se dará cuenta además que la nuez y sus propiedades, se encuentran presentes en las comidas que se ofrecen en esta finca, otorgándoles un sabor especial.

La casona principal es una construcción típiamente colonial, contruída en 1749 por los misioneros de la compañía de Jesúa, que en su empresa de evangelización de estas tierras, eligieron este lugar por su fuerte energía y el magnetismo de su belleza.
Hoy en día, se mantiene el abastecimiento de agua de vertiente, pura y cristalina.
La casona ofree a los viajeros todo el confort y la última tecnologia, pudiendo disfrutar del placer de dormir en las antiguas camas tamañoKing Size. Además cuenta con calefacción, hogar a leña, y todas las habitaciones cuentan con wifi.
Con paredones de adobe y piedra y puertas de algarrobo, cada habitación ha sido ambientada para que mantenga el estilo colonial del norte.
Ubicada en un punto central de la provincia, es un lugar estratégico para visitar otros atractivos turísticos de La Rioja y Catamarca como las minas abandonadas de La Mexicana o conocer las espectaculares termas de Fiambala, en la vecina provincia