Los videojuegos son parte de nuestras vidas, de nuestra cultura, lo queramos o no. No es saludable ignorar este hecho, como tampoco lo es desconocer los intereses de nuestros hijos y no involucrarnos. Ya seas un papá o una mamá de 30, 40 ó 50 años, tu hijo o hija seguramente juega a Fortnite, Minecraft, Fifa o Roblox.
Si no juega, seguro tiene algún amigo que lo hace y lo invita a jugar a alguno de estos videojuegos. Y lo pueden hacer prácticamente en todo dispositivo con pantalla como la Playstation, la PC o incluso el celular. Pueden comenzar una partida en la consola y seguirla en el móvil sin perder nada en el camino. También pueden estar solos o acompañados por otra persona en la otra punta del planeta. Por esto, hay algunas cuestiones a tener en cuenta para que su experiencia jugando sea lo más enriquecedora posible y ningún chico caiga en las “trampas” que pueden llegar a tener algunos juegos multijugador.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los videojuegos no dejan de ser juegos y son importantes para todo niño o niña en edad de crecimiento. Quienes juegan desarrollan la creatividad y, puesto que tienen un gran componente social, habilidades como la colaboración, el trabajo en equipo y el pragmatismo. La resolución de problemas y cumplir objetivos está en el corazón de la mayoría de los videojuegos y eso lleva a que chicos y chicas aprendan a resolver problemas, a pensar de manera crítica y tomar decisiones.
Lo segundo que no debemos dejar pasar es el control sobre lo que juegan, con quién lo hacen y cuánto tiempo pasan delante de la pantalla. Juegos hay muchos y para todas las edades. Algunos están recomendados para niños y niñas de 12 ó 13 años en adelante pero eso no quiere decir que los más chicos no los puedan jugar. Es cuestión de saber de qué se trata y a qué se pueden enfrentar para darles permiso o no. Vos conocés mejor a tu hijo y sabrás si ese juego es o no para él. El diálogo es clave, tanto con sus hijos como con los padres de sus amiguitos para saber a qué juegan y con quien los hacen. Por último, el tiempo de pantalla no puede estar liberado y en decisión de tu hijo o hija. Debe haber límites, tiempos de descanso y propuestas para que también se diviertan en el mundo real, alejados de los dispositivos digitales. Acordar, controlar y limitar es sumamente importante.
Por último, antes de ir juego por juego, es importante recordar que todos los juegos se disfrutan más compartiendo. Los padres y madres son más que bienvenidos a participar de esta experiencia con sus hijos e hijas. Es hasta recomendable para conocer en primera persona las dinámicas de cada juego y si son o no adecuados para ellos, además de conocer un poco más a sus hijos y cómo reaccionan ante determinados desafíos. Siempre es bueno jugar con los hijos, ya sea a la pelota, las muñecas o ganando unas partiditas en dúo al Fortnite.
Minecraft: guía para padres
Es lo más parecido a jugar con bloques o ladrillitos, pero decir eso es faltarle el respeto. Minecraft es un juego libre, sin objetivo fijo y con infinitas posibilidades, donde la creatividad es el mayor aliado. Aprender a jugarlo es de lo más sencillo y se hace probando, explorando y experimentando. Este juego, de aspecto bastante infantil, desarrolla el pensamiento creativo mientras se aprende un poco de geología al recorrer mundos pixelados buscando materiales para construir diversas estructuras por diversión.
Al no tener objetivos y estar completamente liberado a la imaginación del jugador, el tiempo delante de la pantalla puede pasar volando y es necesario poner límites.
Minecraft tiene dos modos de juego: supervivencia y creativo. El primero puede ser violento y hasta dar un poco de miedo cuando se largan a explorar cavernas o recorrer el mundo de noche, donde pueden cruzarse con toda clase de bichos, zombies y otras criaturas que, aunque de diseños simples y poco aterradores, pueden asustar a los más sensibles por la experiencia inmersiva que plantea el juego. El segundo modo es pura creatividad, como lo plantea su nombre, y no hay mayores amenazas ahí.
Como todo juego multijugador, el chat y los jugadores que no conocemos son su principal peligro. Para prevenir esto se pueden crear mundos propios y solo compartirlos con amigos conocidos. Aquí las reglas entre amigos deben ser claras porque no hay nada más frustrante en este juego que construir algo y que venga otro a dinamitarlo.
Roblox: guía para padres
El Roblox es un juego gratuito considerado por muchos como la principal puerta de entrada a los videojuegos para los más pequeños. Es el gran "juego de juegos" y lo más parecido a una red social para niños y niñas. Dentro de Roblox hay miles de minijuegos que van de jugar a la casita, carreritas de habilidad o hasta la famosa e inoxidable “escondida” como si estuviésemos en el recreo de la escuela. La imaginación dicta el camino de quienes habitan este universo digital.
Una de las claves para jugar a Roblox es configurar la edad real del niño o la niña para activar el chat seguro y que la plataforma filtre el contenido acorde a la edad. A esto hay que sumarle el control de papá o mamá para ver quienes son los amigos, a qué juega, con quién lo hace y cómo se relaciona.
Una aclaración importante, aunque no afecta para nada la diversión e interacción que puedan tener los chicos y chicas que forman parte de esta comunidad: por más que Roblox sea gratuito, existe el incentivo para realizar compras dentro del juego con dinero real.
Fortnite: guía para padres
Este juego gratuito es muchos en uno. Fortnite es un verdadero ecosistema digital que divide el entretenimiento en “islas”. La más popular es el Battle Royale que ofrece batallas con armas de fuego, de estilo caricaturesco y sin sangre, que requiere práctica, habilidad, reacciones rápidas y trabajo en equipo.
Fortnite Battle Royale está planteado en partidas de 100 jugadores donde solo puede quedar uno en pie. El personaje no muere, solo se desvanece y vuelve a aparecer, por lo que el tiempo de juego tiende al infinito si no se pone un límite. Cuando se es principiante, puede llegar a ser frustrante para el pequeño “gamer” y aquí es donde la palabra, los consejos y el apoyo de mamá y papá pueden hacer la experiencia mucho más llevadera.
Una de las mayores amenazas del Fortnite es la gran cantidad de usuarios que lo habitan. El juego tiene controles parentales para determinar con quién habla, chatea o incluso forma equipo nuestro hijo. Es bueno saberlo y tenerlo bien configurado.
Un dato a tener en cuenta es que el juego es gratuito pero sus agregados no. Estar al día y “ser parte” de lo nuevo también puede generar angustia si todos los amigos tienen el último accesorio y su hijo o hija no. Acá también es donde la palabra del adulto y el acompañamiento deben estar presentes.
FIFA (FC): guía para padres
Popular como pocos y con un precio para algunos elevado, el Fifa, o FC como se llama ahora, es uno de los juegos por excelencia para compartir entre amigos, sea en el mismo sillón o cada uno en su casa. Como el fútbol, es una pasión.
Las amenazas para los más chicos son pocas. Tal vez la más importante es la exposición a lenguaje inapropiado por parte de otros jugadores por lo que es importante saber con quien juega nuestro hijo o hija y llevar un control en ese aspecto.
Otras amenazas podrían ser la frustración que puede despertar el perder un partido contra un jugador más experimentado y las típicas broncas entre amigos que despierta el fútbol, ya sea jugando en el campito, en la calle o con los joysticks de por medio.
Fuente: La Capital
Guía para padres sobre cuatro populares videojuegos: Fortnite, Minecraft, Roblox y Fifa
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