La Policía Rural de San Juan desbarató una red vinculada a riñas de gallos en Caucete, con animales heridos, elementos de pelea y vínculos con otras provincias. Las investigaciones continúan y revelan un negocio clandestino rentable y extendido.
Las riñasde gallos, una práctica ilegal, violenta y clandestina, continúan operando en las sombras de varias provincias argentinas. Esta vez, el epicentro fue San Juan, donde un operativo llevado a cabo por la Policía Rural logró secuestrar 12 aves preparadas para el combate, algunas de ellas heridas, e identificar a personas vinculadas con la organización de estos eventos.
El comisario Mario Domínguez, jefe de la Policía Rural, explicó que el procedimiento comenzó el pasado martes por la noche en la zona de Vallecito, cerca de la Difunta Correa, durante un control rutinario de transporte animal.
Allí, efectivos detectaron un vehículo con dos gallos visiblemente lastimados, ocultos en cajas con orificios en el asiento trasero. Inmediatamente, se dio intervención al Juzgado de Paz, que ordenó el secuestro de los animales.
La investigación derivó en allanamientos en el departamento de Caucete, donde se encontraron otras diez jaulas con gallos, algunos aún pichones, pero presumiblemente en preparación para este tipo de peleas.
“Al estar en constante entrenamiento, estos animales ya tienen un comportamiento agresivo naturalizado”, explicó Domínguez.
Aunque por ahora se trata de un expediente contravencional, la magnitud del hallazgo y los antecedentes podrían escalar la causa.
Según indicó el comisario, el año pasado en un caso similar en Pocito se secuestraron más aves y una cantidad considerable de elementos ilegales: púas, picos de acero, y cerca de $500.000 en efectivo.
Aparentemente, las apuestas ilegales en estos encuentros pueden llegar a cifras altísimas dependiendo del animal y del organizador.
Lo más inquietante es que estas peleas no solo involucran a galleros locales. La línea investigativa sugiere que algunos gallos estarían siendo entrenados en San Juan para competir en provincias vecinas, como La Rioja, donde,según las fuentes, esta práctica podría no estar completamente erradicada.
“Hay un circuito. Muchos se conocen, saben quién tiene el mejor gallo y viajan a competir donde pueden”, remarcó el jefe policial.
En San Juan, la actividad está prohibida y se considera una contravención. Sin embargo, su organización clandestina y la rentabilidad que genera hacen que se mantenga viva.
Los principales focos detectados por las autoridades se ubican en Caucete, Zonda, Pocito y Rawson, entre otros departamentos. Las denuncias, muchas veces anónimas, suelen surgir por ruidos molestos.
“Imaginá treinta gallos cantando a las tres de la mañana en un barrio. Eso llama la atención y los vecinos alertan”, relató el comisario.
Por el momento, dos personas están involucradas formalmente en el expediente. Pero la investigación sigue abierta, y desde la fuerza no descartan nuevos allanamientos y más responsables identificados. En palabras de Domínguez, “esto continúa. Depende de lo que sigamos encontrando”.
La lucha contra esta forma de maltrato animal y juego ilegal continúa, mientras se hace visible una práctica que, aunque prohibida, parece tener aún profundas raíces y conexiones interprovinciales.
Investigan conexiones con La Rioja en riñas ilegales de gallos
Estás navegando la versión AMP
Leé la nota completa en la web