El artista Nicolás Busto,definió que “la primera parte de la obra, trabajé con un grupo de arqueólogos a los 18-19 años, con quienes veníamos a hacer investigaciones aquí a La Rioja y a Catamarca”.

“En Catamarca hay un interesante lugar que se llama “La Tunita”, donde hay unas pictografías que son fantásticas. Vinimos a hacer un relevamiento de eso”, y continuó aduciendo que “esa sensación y ese tiempo trabajando con ellos, con ese material me quedó grabado, más allá, de todo lo de mi infancia, ya que prácticamente me crie en los Llanos”.

Bustos analizó que “hay una conjunción de elementos que después cuando pinto, se traducen en símbolos pictóricos. Esto va realizándose gracias a la curadora Flora Gómez, que le encontró un hilo conductor a todo el material que yo tengo pintado”, y al instante agregó: “Esto es una mínima parte de mi obra, que son 65 pinturas”.

Finalizando, comentó que “volver a La Rioja hace 8-9 año, vivo en Anillaco, también tengo el contacto directo de encontrar cerámicas, datos que tienen que ver con nuestro Origen, que lamentablemente nos apartamos hace muchos años, pero está bueno rescatarlo, saber de dónde venimos”.