Sociedad

José perdió la noción del tiempo y comía cactus

El comisario Silva brindó detalles impactantes sobre los casi 13 días que José Portugal pasó perdido en la montaña, hasta ser hallado con vida. Explicó que Portugal había perdido por completo la noción del tiempo: no sabía qué día era y su rutina se basaba en permanecer dos o tres jornadas en un mismo sitio para luego retomar la marcha hacia distintos refugios, en un ciclo de caminatas y descansos para administrar sus fuerzas.
La alimentación fue uno de los mayores desafíos. Portugal sobrevivió gracias a los cardones, un tipo de cactus típico de la zona, que abría utilizando una herradura encontrada en el camino para extraer la pulpa interior y consumirla. En momentos críticos, también recurrió a beber su propia orina para mantenerse hidratado ante la ausencia de agua potable.
Silva destacó que sus conocimientos previos en técnicas de supervivencia fueron determinantes para resistir. Además, relató un detalle emotivo: antes de partir a la montaña, Portugal había conversado con su hija sobre una serie televisiva dedicada a la supervivencia en entornos extremos. Esa charla, y el recuerdo constante de ella, lo motivaron a aplicar lo aprendido y no rendirse, incluso en los momentos más difíciles.
Su hallazgo con vida, tras casi dos semanas de intensa búsqueda, se ha convertido en una historia de resiliencia y fortaleza que conmueve a toda la comunidad.
El momento del rescate
Por su parte, el sargento Víctor Ibáñez, del Ejército y que formó parte del operativo, comentó el momento en que se encontró a Portugal.“Cuando hacemos el contacto, lo primero que se le dio fue un abrazo y verlo llorar, emocionar, imaginar tanto él como yo y el personal del Regimiento. Luego comunicamos a los superiores mientras los muchachos del Regimiento lo abrigaron, lo sacaron del refugio en el que él estaba ya tirado boca arriba. Posterior a eso, le entregué un suero que tenía, que nos daban a nosotros para que ingiriéramos; entramos con el guía y le dieron una banana y una barrita de cereal. No le quisimos dar más porque, al no haber comido nada, le iba a provocar náuseas.
Él podía caminar, quería caminar, no quería que lo alcemos, no quería ir en una camilla. Fue algo emocionante encontrarlo con vida”, relató.
En tanto, el comisario Silva contó que Portugal había perdido noción del tiempo y cómo transcurrió sus días en la montaña. “José había perdido la noción del tiempo. No sabía qué día era, nada. Y se quedaba dos, tres días en un lugar y seguía hacia un refugio y volvía a seguir hacia otro refugio y comía. Nos explicaba que él comía los cardones. Nos contó que encontró una herradura con la que abría el cardón y comía lo de adentro del cardón. Ayudó mucho que él tenía conocimientos previos de supervivencia; se acordó de la hija, que antes de salir estuvieron conversando sobre una serie que vieron sobre supervivencia y se acordó de eso, de que él conversó con la hija”, narró.
Por último, el mayor del Ejército Argentino, González, destacó el trabajo interagencial. “Respecto al trabajo interagencial, creo que el resultado habla por sí solo y, para profundizar eso, ha sido desde el primer momento un trabajo coordinado en todos los aspectos: desde la planificación y desde las reuniones que se hacían a la mañana y a la tarde para coordinar los trabajos del día y del día siguiente, hasta el trabajo de los rescatistas propiamente en el terreno. Cuando logran hacer contacto con José, estaban trabajando las patrullas integradas, no era una patrulla de una fuerza sola, sino de distintas fuerzas. Así que creo que eso materializa el trabajo interagencial que se ha hecho desde el primer día”, señaló.

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