Ghebreyesus reconoció que un cierto cansancio se instaló entre los ciudadanos y dirigentes tras meses de lucha contra el coronavirus, que provocó más de 1,1 millones de muertos en el mundo, aunque pidió a los gobiernos que no bajen la guardia.
A su vez advirtió que "es peligroso renunciar a controlar" la pandemia, en una referencia a las declaraciones del jefe de gabinete del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayer insinuó que renunciarían a intentar controlar el virus y apostarían a encontrar una vacuna y tratamientos médicos.

Recordemos que con toques de queda en nuevas regiones de Francia e Italia, el reconfinamiento de Gales y nuevas restricciones en otras zonas del Reino Unido, de España y varios otros países, Europa intenta frenar la segunda ola de coronavirus. 

De hecho, según indicó el organismo, la situación es "muy preocupante" en el continente europeo, donde en las últimas dos semanas se registró el mayor aumento de casos a nivel mundial.

Mientras tanto, en Estados Unidos se registraron casi 490.000 casos de coronavirus en siete días, por lo que  expertos advirtieron que partes del país están a las puertas de una "propagación exponencial" del virus.