'Vamos, vamos los pibes..', coreó al unísono todo el Bosque platense. Fue un desahogo: Gimnasia no ganaba desde hace cinco partidos de local y en este torneo la victoria se la hacía esquiva. Pero ante instituto, los juveniles dirigidos por Chirola Romero se destaparon y se impusieron 2-0, en el partido que abrió la cuarta fecha de la Liga Profesional.
El Lobo lo ganó de madrugada. Pegó en el arranque de cada tiempo y justificó con buen juego el resultado, siendo protagonista de la tenencia y las jugadas más claras de gol en una clara muestra de que ajustó las piezas que le habían impedido ganar al cabo de las primeras tres jornadas.
De arranque fue astuto Nicolás Contín. A los cinco minutos, aprovechó la desinteligencia de Fernando Alarcón para dar un pase atrás y capturó el cuero en la puerta del área. El 'Tanque', como lo apodaba Diego Maradona, eludió al arquero con el control y definió -con poco ángulo- al arco solo para el 1-0.
Y en el complemento volvió a pegar el Lobo en el amanecer con un jugadón que armó Alan Sosa a los diez minutos. El juvenil dejó a tres marcadores en el camino, tocó hacia la derecha con Guillermo Enrique, el defensor le metió al medio y dejó servido el dos a cero a Ramírez.
Entre Sosa y Tarragona, Gimnasia sobre el final estuvo al borde de golear. No hubiese sido exagerado, porque el Lobo hizo bastantes méritos como para ser absoluto dominador del partido. Ganó bien y se desahogó el Bosque, por fin.