Una cueva de celulares robados fue hallada por efectivos policiales en el barrio de Nueva Pompeya, tras detectar una venta en la vía pública, y se incautaron teléfonos, computadoras y herramientas utilizadas para desarmar los equipos y puestos nuevamente en circulación en el mercado ilegal.



El delincuente de nacionalidad peruana, y de 34 años, había pactado una entrega con un comprador, pero la operación fue observada a metros por efectivos del Despliegue Intervenciones Rápidas y Servicios Especiales (DIRSE) de la Policía de la Ciudad y allí comenzó una persecución.


Los dos hombres se dieron a la fuga en direcciones opuestas al ver la presencial policial y uno de ellos ingresó a una vivienda, en la intersección de las calles Falucho y Beazley.


El delincuente fue reducido y, después de la autorización judicial, los oficiales ingresaron a la vivienda y encontraron 125 teléfonos, 4 netbooks, 5 tablets, herramientas para el desarme de equipos, 100 módulos de celulares, 35 baterías, 17 chips y 3.000 pesos.


El Juzgado Federal Número 12, a cargo del doctor Ariel Lijo y ante la Secretaría 23 de la doctora Kohen, dispuso la detención del imputado.


Todos los elementos encontrados fueron incautados y trasladados al laboratorio para ser peritados.