Se tata de Jerry Leon Blankenship (65 años), de Tennessee, quien había desertado de la Marina y, para evitar el servicio militar, asumió el nombre y la identidad de otra persona.
A principios de la década de 1980, mantuvo una breve relación con una mujer. Ella le sugirió que usara la identidad del padre de su hijo y le paó el número del Seguro Social.
Tras separarse, Blankenship conoció a la hija de su primera esposa -de una relación diferente- y empezaron a salir.
Ambos se establecieron en Newport, donde criaron tres hijos y crearon un negocio de reparación de viviendas.
Cuando estalló la pandemia de coronavirus y apareció la vacuna, Blankenship fue a vacunarse, lo que hizo saltar las alarmas.
Es que recibió una notificación de esa vacunación el hombre que sufrió el robo de identidad y se contactó con las autoridades para realizar la denuncia del sospechoso incidente.
Investigadores obtuvieron un video de vigilancia en el que se veía a Blankenship recibiendo la vacuna a nombre del otro hombre y lograron ubicarlo pra detenerlo.
El caso llegó a la Justicia, donde el imputado se declaró culpable de un cargo de uso falso de un número del Seguro Social y de un cargo de robo de identidad agravado.
El 21 de marzo, Blankenship fue condenado a 25 meses de prisión seguidos de tres años de libertad supervisada, según informó la Fiscalía Federal del Distrito Este de Tennessee.
No se descarta que Blankenship enfrente a un tribunal militar por su deserción.
"Aunque nos sorprendió a todos cuando nos enteramos que lo habían detenido y la razón, eso no cambia quien es como persona", dijo la hija de Blankenship en una carta.
"Papá siempre ha sido un hombre increíble, fiel, cariñoso y honesto (menos el nombre.) Es un ciudadano excepcional", añadió.
Para esconderse, vivió 30 años con un nombre falso y lo atraparon por vacunarse contra el covid
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