La Virgen del Valle es el centro de una de las expresiones de fe más importantes del noroeste argentino, donde la devoción se entrelaza con la cultura en una festividad que fortalece el sentido de comunidad y tradición.
Cada diciembre, Catamarca se viste de fiesta para recibir a miles de peregrinos que, con una devoción inquebrantable, emprenden la ruta hacia la Virgen del Valle. Provenientes de distintos puntos del país, estos fieles se congregan en la provincia para celebrar una de las festividades religiosas más significativas de la región. Con gran sacrificio, peregrinan cientos de kilómetros durante varias horas para llegar a la Catedral Basílica.
Las festividades por el Día de la Virgen del Valle comenzaron, con miles de fieles de La Rioja y de otras provincias que emprenden su peregrinación hacia Catamarca, movidos por la devoción y la fe. Este año, el fenómeno mostró una tendencia creciente: el uso de bicicletas como medio principal para recorrer el trayecto, reemplazando en muchos casos a la tradicional caminata.
Con miles de peregrinos en ruta, el domingo se espera una multitud en Catamarca para rendir homenaje a la Virgen del Valle. Desde el fervor de los veteranos hasta el entusiasmo de las nuevas generaciones, la fe sigue siendo el motor que une a los fieles en esta tradicional peregrinación.
Vialidad Nacional advierte que se registra un importante desplazamiento de peregrinos que se dirigen hacia la capital de Catamarca y que, por ello, se debe transitar con suma precaución por Ruta Nacional 38 y Ruta Nacional 64.
Los devotos viajan en distintos medios, gran parte de ellos caminando, en bicicleta, motocicleta o a caballo, para participar de las festividades en honor a la Virgen del Valle, que culminarán este domingo 8 de diciembre con la Solemne Procesión.
Desde La Rioja, se trasladan en distintos vehículos, y peregrinos a caballo y a de a pie para cumplir con las promesas realizadas a la Virgen Morenita, como popularmente se la conoce a la imagen sagrada.