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¿Por qué millones de personas ven a otros jugar a las tragaperras en plataformas de streaming?

El entretenimiento es algo que constantemente está cambiando, y en las últimas décadas lo ha hecho de forma dramática. Hace un par de años, el ocio era más pasivo; íbamos al cine, a un concierto o a un partido, pero hoy en día, gracias a algunas plataformas de streaming, la manera más intensa de entretenerse es mirar a alguien más hacer algo en vivo.
Este movimiento, que explotó con los videojuegos y los e-sports, ha encontrado un nuevo y enorme sector en el que adentrarse: los juegos de casino.
Millones de personas se conectan a internet a diario no para jugar, sino para ver a sus streamers favoritos jugar a las tragaperras. Esta tendencia ha cambiado la experiencia de “ir al casino”, pues, mientras antes se trataba de algo solitario o, quizá, con un grupo reducido, ahora es un verdadero evento social.
De solitario a estrella del espectáculo
El éxito de este formato no está en los juegos, sino en el streamer. No son solo jugadores, son artistas, showmen; su misión es transformar algo que podría ser rutinario en todo un espectáculo.
Conseguir convertir una actividad solitaria en un espectáculo es posible gracias a varios factores, aunque el más resonante es la personalidad carismática, pero tampoco podemos dejar de lado las reacciones exageradas ante una gran ganancia, la música y, sobre todo, el chat. El streamer lee los comentarios, responde preguntas y hace que los miles de espectadores se sientan en la misma habitación.
A esto añade la aspiración y el vicariato, pues estos creadores suelen apostar grandes sumas de dinero, mucho más de lo que un apostador casual apostaría. Esto crea un elemento dramático de "alto riesgo" que el espectador puede experimentar sin correr ningún riesgo. De cierta forma, ver a un streamer jugar a las tragamonedas hace que la experiencia se transforme en una montaña rusa emocional, experimentando la tensión y la emoción a través de otra persona.
La magia de la experiencia compartida
Lo más revolucionario de este movimiento es la comunidad. El chat en vivo que acompaña la emisión es un personaje más. El streamer pone una ronda de bonificación o está a punto de sacar una buena combinación, y el chat se vuelve loco. Se siente como miles de personas vitoreando un gol de fútbol en un estadio. Es un momento de alegría colectiva.
Es precisamente la interacción social lo que moldea la experiencia, y para ello, el streamer hace la función de anfitrión, llevando a los espectadores por medio del entretenimiento digital que puede ser de lo más variado gracias al extenso catálogo de los casinos en línea; pueden descubrir la biblioteca de tragaperras online, probando nuevos títulos, reaccionando a sus mecánicas, etc.
Todo esto hace que el espectador ya no sea solo un individuo ante una pantalla, sino que lo hace sentir parte de una comunidad.
El atractivo del Open Lab
Más allá de la emoción colectiva, hay una razón práctica por la que estas transmisiones son tan exitosas. Para muchos televidentes, estos canales son un laboratorio de pruebas, pues, en vez de desembolsar su propio dinero para aprender a jugar algo nuevo, pueden observarlo durante horas.
A pesar de que muchos vean estos lives como una forma de entrenamiento, también está un grupo de suscriptores que lo ve como una forma de investigación.
El jugador puede ver con sus propios ojos lo realmente volátil que es una tragaperras, con qué frecuencia real salen rondas de bonificación y cuál es el potencial de sus funciones especiales, sin tener que gastar nada de su presupuesto en ello.
Es una manera de conocer los juegos y experimentar la emoción sin correr riesgos. Se come como cualquier otro tipo de contenido relajante de entretenimiento, en el que el streamer hace todo el trabajo.
Un movimiento cultural de la era del creador
Al final, el streaming de slots es la economía del creador en su máxima expresión. Prueba de que cualquier cosa (por muy de nicho que sea) se puede convertir en contenido de entretenimiento de masas si lo vendes a través de una personalidad carismática que construya una comunidad.
Los desarrolladores de videojuegos y las plataformas de streaming han tomado nota, creando un ecosistema en el que los creadores de contenido son ahora una fuerza en la industria del entretenimiento interactivo.
Este crecimiento forma parte de una mayor tendencia cultural en la que el surgimiento de los creadores de contenido ha transformado por completo las industrias de los medios.
Ya no necesitamos a las grandes cadenas para que nos digan qué mirar. Ahora, lo que preferimos es seguir a personas que nos aporten autenticidad, que estén en contacto con nosotros. Esta nueva manera de consumir cultura digital llegó para quedarse y para probar que muchas veces la experiencia compartida es más fuerte que la experiencia en solitario.

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