Tras la reciente muerte del papa Francisco, y en un contexto que invita a profundizar los valores de solidaridad, encuentro y compromiso social, el Secretario de Juventudes de La Rioja, Jose Delgado junto a su equipo, encabezó una reunión con el Obispo Dante Braida y representantes de la Pastoral de Juventud en la provincia para poder tejer lazos, entendiendo que las Juentudes son el motor de cambio de la sociedad.
El encuentro reafirmó el interés de la Secretaría y el Gobierno de la Provincia de llegar a todas las organizaciones y movimientos juveniles riojanos, manteniendo una escucha activa y un espíritu de trabajo colectivo, sobre todo la necesidad de que todas las expresiones de Juventudes tengan las herramientas para desarrollarse en lo que les apasiona como lo pregonaba Monseñor Enrique Angelelli.
Durante la jornada, se presentaron los principales programas impulsados por la secretaria, abriendo también a diálogo y discusión las realidades, necesidades, problemáticas y sueños de las y los jóvenes riojanos.
“Este paso es fundamental para consolidar un camino de colaboración entre las instituciones, con el objetivo de construir mayores y mejores oportunidades para nuestras juventudes”, expresó Jose Delgado, quien destacó la importancia de tender puentes, potenciar las políticas públicas y caminar junto a quienes trabajan por y para los jóvenes.
El papa Francisco nos dejó un enorme legado y nos enseñó a jamás mirar para un costado cuando una persona tiene una necesidad y el rol de la Iglesia, la fe y la comunidad religiosa al igual que el Estado, cumplen incansablemente esa misión.
También como parte del legado de Francisco, a nivel internacional, representantes de instituciones académicas pontificias e internacionales firmaron un documento para recordar la enseñanza del Papa sobre temas relacionados con el uso adecuado de los recursos en nombre del bien común. “El planeta entero y sus líderes saludan hoy a un pontífice, el Papa Francisco, que predicó y recordó, hasta el punto de consumir todas sus energías y mirar la historia desde el lado de los últimos y los descartados, que “esta economía” puede matar y que el mercado no basta”, indicaron.
“Dejando claro que la economía que mata corre el riesgo de acabar destruyéndose a sí misma en una espiral de crisis financieras, de deuda, sociales y de emergencia climática. Debemos pues prestar mucha atención a sus reflexiones y advertencias precisamente por razones éticas y morales, es decir, globalmente humanas/humanitarias, para perseguir el bien común e identificar caminos de beneficio mutuo que eviten la sucesión de acontecimientos dramáticos y garanticen en cambio la supervivencia del planeta y de la coexistencia organizada”, apuntaron.
“Si quienes hoy lo recuerdan con emoción quieren verdaderamente honrar su memoria y realizar parte de su testamento espiritual, podrían comenzar a hacerlo aprovechando la oportunidad del Jubileo para realizar uno de sus grandes deseos. Aprovechar este momento para encontrar mecanismos de compensación entre la deuda “ecológica” de los países ricos y la deuda externa de los países pobres, una carga cada vez menos sostenible y agravada por la situación macroeconómica mundial de altos tipos de interés y el trato injusto a los deudores a nivel financiero. Es un hecho que hoy en muchos países pobres o emergentes el servicio de la deuda consume más recursos que los invertidos en salud y educación, condenando a la pobreza a una parte fundamental de las nuevas generaciones”, agregaron.
“El concepto de deuda ecológica encarnado por el Papa Francisco en Laudato Si considera que los países históricamente ricos han utilizado una parte desproporcionadamente mayor de los “derechos a contaminar” sin compensar a los países pobres que han contaminado mucho menos y, por lo tanto, tienen una responsabilidad hacia ellos”, determinaron.
“Siguiendo la línea de concreción propia de Francisco, queremos proponer combinar la perspectiva ideal con la viabilidad promoviendo iniciativas de conversión de deuda en inversión para la transición ecológica. Se trata de algunas iniciativas parciales que tienen el potencial de aliviar la carga de la deuda de los países deudores y que, al mismo tiempo, benefician a los propios países acreedores por al menos cuatro razones”, argumentaron en el documento que se dio a conocer horas después de los actos solemnes que se realizaron tras el fallecimiento del querido papa Francisco, que conmociona al mundo entero.
Reafirman compromiso de escuchar a los jóvenes
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