Scaglioni remarcó que este año se aplicarán controles más estrictos en el uso del recurso hídrico, especialmente en zonas donde, pese a no haber escasez, persiste el hábito de derroche. “Vamos a trabajar con la comunidad para que el agua alcance para todos. El que no lo entienda, recibirá una sanción”, advirtió.
Consultado sobre esas sanciones, aclaró: “Lo primero que se hace es reducir el caudal que entra al hogar del infractor, impidiendo que el agua llegue al tanque. Es una medida disuasiva que funciona sin necesidad de cortar totalmente el suministro”.
En relación a las zonas bajo su jurisdicción, el ministro señaló que el Ministerio controla directamente el servicio en buena parte del interior de la provincia, como en Chepes, Milagro, Ulapes o Jagüé, mientras que en otros departamentos el control corresponde a Aguas Riojanas SAPEM.
Entre las obras destacadas, mencionó la renovación del manto filtrante en la planta potabilizadora de Jagüé, el reacondicionamiento en Ulapes y la repotenciación de perforaciones en Milagro, alimentadas desde la cola del dique de Anzulón.
De cara a la temporada estival, Scaglioni reconoció que las expectativas son moderadamente buenas, siempre que la población colabore. “Si todos cuidamos, no va a faltar agua. Pero si no llueve, será más complejo, sobre todo en zonas como Capital, donde dependemos de la Cuenca de Huaco”.
El ministro insistió en que las obras están hechas, pero el factor climático sigue siendo determinante. “Lo único que falta es que llueva”, concluyó.