Un trabajo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), demostró que los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar tuvieron un 19,4% menos de posibilidades de sufrir inseguridad alimentaria.
Esta investigación fue a pedido del Ministerio de Desarrollo Social y destacó que la política tuvo un impacto protector durante el período que duró el ASPO donde hubo una crisis sanitaria y socioeconómica que principalmente afectó a niños, niñas y adolescentes.
Un destinatario de este beneficio tuvo una incidencia de la inseguridad alimentaria de 34,8%, mientras que en el grupo de comparación (de idénticas características socioeconómicas, pero sin el beneficio) esa cifra fue de 54,2%. Es decir que un hogar que tenía la tarjeta tuvo un 19,4% menos de posibilidades de tener inseguridad alimentaria.
En el caso del sector poblacional infantil, la diferencia fue mucho mayor. En los destinatarios incidió en 41,7% respecto a la inseguridad alimentaria, mientras que los que no tuvieron el beneficio la crisis los afectó en un 70,8%.
La Tarjeta Alimentar demostró su efectividad ya que los que la recibieron tuvieron un 29% menos de posibilidades de sufrir inseguridad alimentaria.
Es decir que los hogares por debajo de la línea de indigencia en el país son 9,2% con la Tarjeta Alimentar. Si se quita este beneficio, la cifra asciende a 27,5%. En el caso de niños esos porcentajes son 10,6% y 33,3% respectivamente.
Fuente InfoGEI