Tragedia en Francia. Un avión le cortó la cabeza a un hombre de 40 años que realizaba un salto en paracaídas y si bien el hecho ocurrió en 2018, el piloto de la nave enfrenta cargos por homicidio involuntario y podría ir a prisión cinco años después.
El trágico accidente fue en Bouloc-en-Quercy cerca de Toulouse donde un experimentado paracaidista, llamado Nicolas Galy, saltó de la avioneta con su mono de mangas palmeadas y las alas de la nave le cercenaron la cabeza, y su cuerpo cayó al vacío.
El piloto acusado de homicidio involuntario, cuya identidad se desconoce, explicó ante el tribunal en Montauban que él no había cometido ningún crimen y que la víctima saltó en una dirección diferente a la que habían planeado.
Durante la investigación, se supo que la licencia del acusado estaba vencida al momento del vuelo y que además tenía prohibido volar por una condición médica.
Tras estas violaciones a la autoridad de la aviación francesa, y la muerte del paracaidista, el fiscal del caso Jeanne Regagnon pidió al tribunal que el piloto esté en prisión preventiva por 12 meses y que sea sancionado con una multa de 8.700 libras esterlinas. El veredicto recién se conocerá en noviembre.