La Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) se prepara para el ciclo lectivo 2026 con importantes novedades en sus inscripciones. Andrés Vera, secretario académico, detalló los cambios y desafíos que enfrenta la institución.
El principal cambio es la implementación del nuevo sistema Guaraní 3, que busca optimizar los procesos académicos. «Hemos abierto un montón de frentes necesarios para mejorar nuestros diferentes procesos y la calidad del servicio académico», afirmó Vera. Esto ha implicado un ajuste en el calendario de inscripciones, que, aunque inicialmente previstas para el 15 de octubre, se abrirán en todas las sedes del lunes 20 de octubre al viernes 26 de diciembre. La migración desde Guaraní 2 ya se completó y el nuevo sistema funciona plenamente, aunque Vera reconoce que pueden surgir pequeños ajustes iniciales.
El proceso de inscripción se adaptará a la ubicación del estudiante. Para las sedes del interior, la modalidad será la habitual: registro en la web de la UNLaR, llenado de formulario y carga de documentación (DNI, partida de nacimiento, certificado secundario que acredite no adeudar materias o título definitivo). En la capital, habrá dos modalidades: nuevos ingresos, quienes completarán un formulario web que permitirá la carga de documentación, pudiendo adjuntar faltantes vía autogestión; y estudiantes con matrícula existente, quienes solo necesitarán ingresar a su autogestión para elegir la carrera, sin trámites adicionales, lo que simplifica el proceso al integrar un “legajo único”.
Respecto a los cursos de ingreso, Vera aclaró que, aunque la inscripción a la universidad se unifique, las modalidades y metodologías de los cursos serán administradas por cada departamento académico. Carreras con cupo como Medicina y Odontología mantendrán sus particularidades, y los departamentos informarán a la brevedad los detalles de sus respectivos cursos.
Un desafío central para la UNLaR es el equilibrio entre la presencialidad, pilar de muchas carreras, y la virtualidad, especialmente ante la difícil situación económica. «Hacer frente a un alquiler, a todos los gastos del estudiante es difícil», expresó Vera. La universidad debate activamente sobre la virtualidad, entendida no como un capricho, sino como una herramienta para cumplir objetivos. Las clases sincrónicas mediadas por tecnología, como Meet, han sido útiles para clases teóricas, permitiendo a estudiantes de otras provincias seguir cursando sin radicación permanente. Sin embargo, Vera diferencia estas clases de la verdadera educación a distancia, enfatizando la importancia de la interacción sincrónica en vivo.
Además, la conectividad es una preocupación clave. Vera cuestiona la suposición de que la virtualidad garantiza el acceso universal, recordando las dificultades de la pandemia donde «no todos tenemos el recurso para estar 45 minutos o una hora sosteniendo los datos del teléfono». Actualmente, solo Ciencias de la Educación de las 104 ofertas de la UNLaR está diseñada para educación a distancia. Vera reconoce la necesidad de ampliar esta oferta, como lo hacen otras universidades, aunque implica un complejo proceso de diseño y rediseño curricular.
UNLaR abrirá inscripción para el Ciclo Lectivo 2026
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