Por Sara González
En un páramo de sustancial importancia por la historia que encierran las minas olvidadas rodeando el lugar, se encuentra un hermoso hospedaje de montaña. Las Placetas, una casona rustica de piedras, con galerías cálidas, y una anfitriona que llegó para darle significado con autoría personal.
Un lugar diferente, especial, imponente, rústico, encantador, con historias y vida propia en cada rincón montañoso que rodea a las Placetas, un centro de montaña ubicado en Chilecito, a 2684 metros sobre el nivel del mar, invita a conocer la vida más pura e interesante para los amantes del trekking y las aventuras que implican desafíos al adentrarse en sus caminos, con minas dormidas a su alrededor, evocando las memorias de un pueblo pasado, dueña de la libertad que gozan sus animales y el aire puro que renuevan todas las energías de sus visitas. Las Placetas es un centro de montaña que ofrece un confort hotelero, sabores únicos y distinguidos de la gastronomía que nace en su cocina, la atención personalizada de sus anfitriones, el encanto afable de quienes colaboran y trabajan para un servicio de excelencia, la amistosa bienvenida de sus perros que prestan una compañía simpática y de una inteligencia animal desarrollada en los senderos, cual guías de cuatro patas. Sin dudas este lugar goza de características peculiares y muy exclusivas desde todos sus servicios, ya que, a nivel local y provincial, incluso, no hay un centro de montaña con hotelería al servicio del turismo.

Llegar hasta Las Placetas conlleva un pequeño desafío. En principio se puede acceder con automóvil, sin embargo, eso deberá acompañarse con la destreza necesaria para recorrer caminos de montaña, con algunas dificultades leves. El paisaje que empieza a abrirse paso, a medida que se avanza, da lugar a hermosos y cautivantes recovecos entre las llanuras, quebradas y cuevas. Un lujo visual para los amantes de nuevas experiencias de estas características, despierta los sentidos más profundos del espíritu aventurero, dispuesto a convivir de forma interna con la montaña, hasta darle forma a un nuevo recuerdo. Las Placetas se muestra rústica, fuerte, intensa. El lugar que lo cobija es agreste y desafiante a la hora de ingresar a sus mágicos senderos. No hay comparación alguna, la adrenalina que produce el encuentro cercano con el omnipotente y majestuoso cordón montañoso de Famatina, Las Placetas con una privilegiada ubicación, elevada en un balcón natural, descansa su estructura de piedras fuertes y hermosas galerías mirando hacia una enorme quebrada, desde donde se observa correr un rio de intenso color ocre, el viento arrulla los pensamientos, y la vista humana se deleita entre el cielo y los picos que abrazan sus nubes.
Cecilia I. Martínez tuvo una elección de vida previa a encontrarse con Las Placetas, su actividad profesional en Buenos Aires nada tenía que ver con las montañas, pero había en su interior un profundo deseo de cambiar el estilo de vida. Antes de la pandemia, había realizado una travesía en montaña que la llevó a replantearse su continuidad en Buenos Aires, y ante esa bisagra se enamoró de la vida en la montaña. Aquella decisión la puso al frente de Las Placetas, como proyecto de vida y trabajo, y se abocó a una pasión gastronómica casi dormida, que en ese descubrirse y reinventarse se convirtió en un engranaje perfecto para la travesía de vida que empezaba.
¿En aquel momento pensaste que tu sueño sería posible?
Sentí que me encontraba frente a una oportunidad y no podía desaprovecharla; al mismo tiempo me llamaron de Mendoza, un chef que me conoció a través de unos amigos. Él necesitaba alguien que conociera de gestión y gastronomía; tuve que elegir, y pesó el proyecto de no trabajar bajo dependencia, así que tuve opciones para elegir, yo había estudiado la carrera de Chef, pero no ejercí antes. Y cuando llegué a este lugar, me encontré conmigo misma frente a la decisión tomada, vine muy liviana en todo sentido, incluso llegué con una mochila, no realicé mudanza, fueron mis amigos quienes hicieron un poco ese trabajo. De hecho mis recursos, tiempo y demás siempre los use en capacitaciones, viajes y equipamiento de montaña. Todas mis elecciones se dirigieron hacia este proyecto. Renuncié a mi puesto con dos meses de anticipación, ya que formaba parte de una gestión bancaria con personas a cargo. Pero frente a la pandemia suspendí la renuncia, me quedé con mi familia trabajando en modo home office.
Cecilia aprovechó el tiempo de pandemia para utilizarlo como convivencia de despedida familiar, mientras sus últimos meses de trabajo para el Banco cerraba un ciclo en su vida, se ocupaba de armar folletería para el proyecto de Las Placetas, y diseñaba su nuevo camino. Así fue surgiendo una nueva etapa en su vida y un lugar para aprender a amar y soñar entre hermosas montañas.
¿Cómo te sentiste una vez instalada en Las Placeta, cuando te encontraste con el desafío real? ¿Pensaste en algún momento que no lo lograrías una adaptación plena?
El cambio fue muy fuerte; yo elegí vivir acá arriba, no estoy en Chilecito, no me lo cuestioné, pensaba siempre que todo saldría bien, me encontraba muy motivada, y hablo en pasado porque después de un tiempo me cayó la ficha. Empecé a extrañar momentos con mis amigos, a mis amigos, en este lugar no tengo mi circulo acostumbrado, ni vida social, me encuentro completamente abocada a mi elección. Pero el esfuerzo por construir este proyecto fue más grande. En dos meses transformamos este lugar a pulmón y pudimos abrir en agosto del 2019. Me subí a un tren que fue imparable.

Disfrutando de un delicioso plato al mejor estilo cinco estrellas, el diálogo con Cecilia fluye tan ameno, natural y pausado, la deliciosa carne braseada con papas, bañada en una salsa que invita a chuparse los dedos, despiertan los sentidos del gusto y es deleite para los paladares más exigentes.
"La verdad es que no hay un secreto en nuestra cocina, todo es casero y fresco, el pan se hace a diario, limones recién exprimidos se disfrutan en una limonada espumosa y deliciosa. Damos servicios a pocas mesas. Trato de coordinar siempre con reservas, para brindar el mejor servicio, y atender a todos los comensales".
¿Cómo es el staff que te acompaña en este lugar y para todos los requerimientos?
Tengo un personal variado; los fines de semana contratamos a alguien más, como un bachero, o ayuda en otros servicios. Tenemos chicos viajeros que buscan lugares como este, por un mes o un poco más, lo que tenemos claro es que este lugar no es para cualquiera, tanto para trabajar, como para la elección del huésped, tienen que gustar de la montaña y no sentirlo como un lugar hostil. Cuesta un poco más encontrar personal que dure en el tiempo, por lo cual este negocio depende mucho de mi trabajo también. Lo positivo de esto es que el lugar tiene una personalidad propia y la gente lo percibe, porque lo atendemos con mucha prestancia a la excelencia, aunque atiendan los empleados temporales, siempre lo hacen desde el mejor lugar, son amorosos, nunca hemos tenido una queja de nadie. Nosotros somos una familia, el que sube y se instala aquí, comparte comidas, espacios, alojamiento, vida. Eso hace que se pueda transmitir lo que se vive. Y la gente se siente siempre muy cómoda.
Los primeros meses de su inauguración fueron en pandemia, algo poco convencional para la apertura de un hospedaje en montaña. Sin embargo Cecilia marca con optimismo los logros, incluso las inversiones que todavía requiere el lugar, como la construcción de habitaciones para el personal, ya que por ahora se destinan dos de los dormitorios para ellos. Se hallan en la instancia de conocerse y conocer el lugar, las demandas externas, los huéspedes y lo que van requiriendo para lograr establecerse completamente, y brindar un servicio óptimo con todo lo que implica aquello.
Las Placetas tiene sus pros y contras: están supeditados al estado del camino, a la naturaleza y sus cambios continuos, lo que algunas veces expone al lugar y dificulta la llegada.
El objetivo principal de Las Placetas es convertirse en un centro de montaña, sin embargo y bajo las circunstancias que la pandemia presentó, tuvieron que adecuarse a otras medidas, comenzando por la oferta gastronómica, ya que el alojamiento no estuvo permitido en primera instancia. En busca de algo diferente, los turistas comenzaron a llegar para disfrutar un servicio de almuerzo o merienda en conexión con la montaña y la naturaleza del lugar. La convicción principal de Las Placetas es lograr un completo servicio al huésped, con seguridad a la hora de conocer y transitar por la montaña, para lo cual incluso brindan su propio servicio de radio, para que las familias o grupos de turistas que practican el trekking de montaña lo hagan con seguridad y cuidado. Los objetivos son claros, mejorar los senderos, generar otros, proporcionar cartelera que oriente, contar con idóneos de montaña, y que los mismos tengan preparación para brindar primeros auxilios ante cualquier inconveniente.
"Buscamos que funcione como un centro dinámico a nivel laboral, que Chilecito encuentre aquí una veta abierta para trabajar, que la comunidad sepa que este lugar está para recibirlos tanto con grupos de turistas, para travesías que llegan con sus guías, y trabajar en conjunto. Como también brindarles un día diferente en su propio lugar. Ambicionamos ser un centro de montaña con prestigio y posicionarlo como el más importante del Norte, trabajamos intensamente para ello, creo que se puede lograr. No buscamos ser un hotel exclusivo y sofisticado, las personas que lleguen hasta aquí saben que están en la montaña, este lugar es rustico y seguirá siendo así, nos interesa que mantenga su esencia. Hay muchas alternativas que ofrecer y encontrar".
Cecilia me regala su compañía, en la cocina nos disponemos a disfrutar de un momento amistoso y con la gastronomía de por medio es más encantador sentirse en familia. Ella tiene modos suaves, es serena, inspira confianza y quietud, es dueña de una hermosa cabra que llegó al lugar junto con ella, como bienvenida de la Pachamama tal vez. Las Placetas tiene virtudes únicas que merecen ser conocidas y experimentadas, sus huéspedes lo sienten y comparten en sus redes sociales sin escatimar en expresiones cariñosas. Cada habitación esta acondicionada y lista para atender diferentes demandas, y necesidades, el costo/calidad del servicio es equilibrado y acorde. Las facilidades de pago, reservas, atención personalizada, todo está acorde a los destinos turísticos más exigentes del país. Nada escapa al cuidado y trabajo que Cecilia ha puesto en los detalles más minuciosos. Se puede percibir la completa armonía funcionando en sus instalaciones. Las Placetas tiene un sabor distinto, de esos que hacen sentir en casa… sin dudas hay historias de vida, que construyen lugares como este, con esencia propia. El exclusivo y lujoso atardecer comienza a teñir de fuego las montañas, y derraman su luz sobre el balcón de Chilecito, la brisa mece levemente las buenas vibras del aire, se cuelan entre los espectadores y el disfrute comienza, justo cuando inhalar el aire de montaña genera un mágico momento.

PARA TENER EN CUENTA
- Las Placetas en un Centro de Montaña, que está ubicado en un entorno 100% natural, lejos de la ciudad y rodeados de montañas. Teniendo en cuenta esto, desde el espacio se brindan algunas recomendaciones antes de visitarlo para que los turistas puedan disfrutar al máximo de la experiencia en el complejo.
- Las Placetas es el último punto del camino. Se recomienda concurrir en camioneta, aunque se puede llegar en auto pero se aconseja que el conductor tenga experiencia de manejo en caminos de montaña.
- Se recomienda ser prudente y cargar abrigo suficiente. Tener en cuenta además que el lugar se encuentra a más de 2.000 msnm, por lo tanto todas las noches hace frío, por más que sea verano.
- El WIFI en el complejo es inestable. El entorno no permite tener conectividad constante, solo en casos de emergencias.
- La calefacción de las habitaciones funciona con Estufas Salamandras que deben ser prendidas por los visitantes. Se solicita cuidar la leña proporcionada por el Hotel porque es un recurso escaso.
- Las habitaciones no cuentan con TV. Desde el complejo se promueve que los visitantes conecten plenamente con la naturaleza y se motiva a una buena charla antes que el contacto con la tecnología.
- Las Placetas es un entorno natural, por lo tanto, la mayoría de las actividades se realizan caminando. A su vez, es probable que circulen insectos o animales.
- El uso de agua caliente para tomar un baño debe hacerse de forma rápida, permitiendo que todos puedan usarla.
Contacto: www.lasplacetas.com.ar / WhatsApp: +5491121705697 para reservas. En redes. instagram: lasplacetaschilecito / Facebook: Las Placetas / mail: contacto@lasplacetas.com.ar
Comentarios