El fútbol argentino se vive a flor de piel, pero pocas cosas generan tanta incertidumbre como la lucha por el descenso. En ese sentido, salvarse, como lo hicieron hoy Unión de Santa Fe y Vélez, implica llevarse una alegría inconmensurable.
Tanto es así que, una vez que se consumó el triunfo del Tatengue frente a Tigrepor la última fecha de la Copa de la Liga Profesional, el Estadio 15 de abril estalló y los hinchas invadieron el terreno de juego para celebrar.
Más tarde, mientras el DT del conjunto santafesino, Cristian González, hablaba en conferencia de prensa, un grupo de jugadores ingresó al recinto y empapó al Kily con agua a modo de festejo.
En el Estadio José Amalfitani también se respiraba tensión. No obstante, el Fortín superó 3-1 a Colóny la jornada terminó con el alivio para los futbolistas, que comenzaron a cantar y a agradecerles a los cuatro costados.
Además, Sebastián Méndez, a quien se lo vio visiblemente emocionado por la gesta, fue llevado en andas tras cumplir el objetivo de evitar la pérdida de la categoría y de una racha histórica para el equipo de Liniers, que es el segundo club del fútbol argentino con más años consecutivos en Primera División por detrás de Boca.
Cabe recordar que, con todos los partidos ya finalizados, Colón y Gimnasia LP deberán jugar un desempate para definir quién acompañará a Arsenal y jugará el próximo año en la Primera Nacional.
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