Carolina Sa, reconocida atleta chamicalense, está lista para enfrentar un nuevo desafío en su carrera deportiva: su participación en el mundial de aguas abiertas, que se llevará a cabo el próximo mes en el Glaciar Perito Moreno.
"Yo era friolenta, pero es una cuestión de adaptar el organismo. Yo pensé que jamás iba a poder hacer esto. Pero se trabaja, de forma diaria, hay que adaptar el organismo," comentó Carolina Sa sobre su entrenamiento en aguas frías. "Cuando entro al agua empiezo a controlar la respiración y no hablo con más con nadie. Cuando uno se mete al agua con 1 o 2 grados es muy doloroso, tenés esquirlas en el cuerpo."
"Yo era triatlonista, fui a competir a Sídney en las olimpiadas, pero tuve un accidente con un trolebús en el que me arrancó el brazo. Yo no soy ejemplo de nada, yo tengo ganas de vivir, le pongo actitud a la vida," expresó con firmeza.
"Uno es de donde elige vivir, y yo elijo vivir en La Rioja," afirmó. Fue durante uno de sus tratamientos contra el cáncer que una joven la inspiró a incursionar en las aguas frías. "Una chica me preguntó qué estaba haciendo porque me conocía del atletismo, le dije que nada, y me preguntó si no quería incursionar en aguas frías."
El mundial en el Glaciar Perito Moreno representa un gran reto para Carolina Sa, quien es consciente de la competencia que enfrentará. "Sé que voy en desventaja porque voy contra las mejores del mundo, pero voy enfocada en ganar, esa es mi forma de pensar."
"Es muy caro ir allá, cuando vi los costos me quería matar porque no podía afrontar esos gastos." Afortunadamente, con el apoyo del Profe Córdoba y la colaboración del Gobernador, logró cubrir los costos de inscripción. "El Profe Córdoba me dijo que mis tiempos eran muy buenos, que se iba a hacer lo posible para ayudarme."
A pesar de su búsqueda de apoyo, no todos respondieron de la misma manera. "Con el Sr. Martín Menem no logré nada. Le escribí una vez porque él hablaba que a los deportistas había que ayudarlos, le dije que necesitaba una Beca Deportiva porque quería lograr cruzar el Río de la Plata, y me dijo que sí, que en ese momento estaba de manos atadas porque no tenía ningún cargo. Me pidió que lo ayudara con mi voto y haciendo campaña por él. Cuando llegó a la Presidencia de la Cámara Baja del Congreso le volví a escribir, y no me contestó, dos o tres veces insistí y me clavó el visto."
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