En el marco de un partido muy discreto y con escasas situaciones de riesgo, Defensores de la Boca capitalizó las pocas que tuvo, le ganó a Vélez Sarsfield por 2 a 0 y se subió a la cima de la tabla de posiciones de la División A.
Fue en uno de los encuentros que este viernes abrió la cuarta fecha, jugado en el Polideportivo Gudiño, donde el Boquense sumó los tres puntos que le permiten mantener el puntaje perfecto y ser uno de los líderes (el otro es San Vicente), aunque todavía tiene su partido pendiente de la primera fecha ante Independiente.
Partido para el olvido
El encuentro dejó muy poco para el análisis, más allá del resultado, porque realmente careció de nivel. Ambos abusaron del pelotazo y las acciones se desarrollaron lejos de los arcos, de manera tal que Walter Saldaño y Marcos Paredes, los arqueros de Vèlez y Defensores, fueron dos espectadores más de un pobre partido.
Como muestra de ello, las únicas dos ocasiones de gol que tuvo el partido fueron las acciones que le dieron la diferencia al Boquense, que de esta manera puede sacar como saldo positivo a su eficacia.
Iban 37 minutos cuando Román Vildoso sacó un remate tras una serie de rebotes, el balón dio en un defensor de Vèlez y el árbitro Gustavo Aguirre no dudó en sancionar el penal por mano. Pablo Guzmán se hizo cargo de la ejecución y Walter Saldaño contuvo el remate. Pero a instancias del asistente Nicolás Enrique, la ejecución tuvo que repetirse por un claro adelantamiento del arquero velezano, pese a la protesta airada de los jugadores del barrio Cochangasta.
Guzmán volvió a ejecutar y esta vez no falló, abriendo el marcador en el minuto final de la etapa.
En el complemento nada cambió, porque la lucha fue el factor predominante, más allá que Vélez intentó ir al frente en el inicio y que luego Defensores emparejó, manejando bien los tiempos a partir del predomionio en el mediocampo.
Recién en el final y con una muestra de su jerarquía, Gonzalo Bazán clavó un tiro libre al lado del palo derecho y cerró el partido.
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