En el estadio Único de San Nicolás, Gimnasia (M) sacó boleto a la siguiente fase de la Copa Argentina tras vencer 2-0 a Nueva Chicago, en un duelo donde la pelota parada fue su mejor aliada. Matías Muñoz e Imanol González, con goles en cada tiempo, marcaron el camino del triunfo para el equipo de Ezequiel Medrán, que no sólo festejó el pase a la segunda ronda, sino que también profundizó la crisis del conjunto de Rodrigo Braña. Ahora, el Lobo mendocino espera por el ganador del cruce entre Independiente y Sportivo Belgrano de San Francisco.
El arranque accidentado por el choque de cabezas entre Facundo Nadalín y Matías Muñoz condicionó los primeros minutos del partido. Mientras el equipo mendocino lidiaba con la preocupación por sus dos defensores afectados, el Torito de Mataderos asumió rápidamente el protagonismo en ataque. Sin embargo, una vez que el árbitro Jorge Baliño reanudó el juego, el conjunto de Ezequiel Medrán se acomodó y encontró la ventaja a través de la siempre peligrosa pelota parada.
Muñoz, ya recuperado del golpe que puso en duda su continuidad en el Único de San Nicolás, aprovechó un rebote de Juan Ignacio Motroni y rompió el cero a los 21 minutos del primer tiempo. El equipo de Rodrigo Braña, aún sin respuestas claras, estuvo al borde de recibir otro golpe de no haber sido por el palo, que le negó el gol a Jeremías Ledesma. El dominio y las llegadas continuaron, y Facundo Lencioni estuvo cerca de ampliar la ventaja con un remate que obligó a una gran intervención del arquero Facundo Ferrero.
Los primeros minutos del segundo tiempo mantuvieron la misma tónica del primero, con Gimnasia (M) como protagonista y buscando el gol que ampliara la ventaja. Sin embargo, justo cuando Nueva Chicago, con los ingresos desde el banco, intentaba acortar la diferencia, el equipo de Medrán golpeó nuevamente a través de la pelota parada: un cabezazo de Imanol González sentenció la historia en San Nicolás.
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