Humberto Grondona está dolido. Arsenal de Sarandí, el club que fundó su padre Julio y en el que jugó y dirigió, se fue al descenso. Lo hizo paradójicamente ante Talleres, del que fue su DT como el propio equipo de Sarandí.
Después de que pasaran unos días, aceptó dialogar con Mundo D y lo hizo a agenda abierta. Habló de Arsenal, de la “T” (alguna vez lo definió como “el sexto grande”), del empresario Cristian Bragarnik, del nivel del fútbol argentino, de los DT que dirigen y de la selección.
“Te vas por tres años de hacer mal las cosas. No hay que echarle la culpa al técnico último, sino a los que has traído. Si has armado malos planteles, si has dejado jugadores importantes en el camino, que en lugar de retenerlos, los vendés o hacés negocio, entre comillas, evidentemente hay algo que no funciona”, comentó Grondona, quien supo enojarse con los jugadores.
-Anteriormente, pudiste dirigir y le diste una mano en una situación muy complicada. ¿Qué pasó esta vez?
-Desgraciadamente uno siempre estuvo afuera porque no me dejaron entrar. Siempre he querido entrar. Como hincha pude hacerlo y me enojé mucho. Pero ya está, ahora hay que refundar a Arsenal nuevamente. Hay que aceptarlo. En la primera fecha, me dijeron que había más planteles que el año pasado y yo les dije: “Mirá, no son agresivos. Nos vamos al descenso este año”. Porque no había la agresividad como para pelear un descenso.
-¿Se hizo todo mal?
-En estos años, sí. Evidentemente. Vino la pandemia, que no te ibas al descenso, y lo que siguió después, mantener técnicos con mucho tiempo, cuando no le encontraban la vuelta, traer técnicos, buenos tipos, buenas personas, pero evidentemente no estaban en una situación como para pelear el descenso. Yo sé lo que es pelear el descenso y tenés que tener algo distinto como pelear un campeonato. Prácticamente pelear un descenso es la misma agresividad que pelear un campeonato. Los tibios no pueden pelear por el descenso ni tampoco pelear por el campeonato. Son tibios, son grises. Me dolió que no me dejaran dar una mano. Muchas veces dije: “Yo lo puedo salvar”. Como la vez anterior, que a una fecha del final nos habíamos salvado. Pero bueno, evidentemente he tenido diferencias con las personas que estaban en el club. Ya evidentemente las dejé de lado porque teniendo diferencias no se logra absolutamente nada. Directamente es como que si no te querían en tu casa. Iba, miraba el partido, veía cómo ganaban rivales inferiores a ellos, jugadores que no estaban a la altura de pelear un descenso. Veías que no tenías suerte. Lo que sí veía, y debo reconocer que el arbitraje estuvo correcto casi todos los partidos, sacando uno o dos partidos. A veces le echamos la culpa al árbitro, pero realmente no tuvo nada que ver el arbitraje en esta campaña de Arsenal. Pero así son, creen que el que tiene dinero la quiere poner en el fútbol porque es la única manera que trasciende. No los conoce nadie y no tienen la menor idea de que se trata. En lugar de buscar gente seria, honesta y que no le coman el monedero, buscan personajes que parece que les encanta tirar la plata o no entiendo esa faceta. Porque mi padre ha puesto plata, yo puse, mi hermano ha puesto. Pero para ser campeón, tener planteles importantes, para pelear; no para irte al descenso por segunda vez. Hay cosas que no las entiendo realmente.
-¿Y a vos quién te negó el ingreso al club? ¿Tu hermano Julito? ¿O él no formaba parte de quienes decidían en ese momento?
-A él, le llegaba, pero bueno, a veces... Yo me acuerdo cuando me pidió que dirigiera con la gente que estaba, que ya nos íbamos al descenso. Tuvimos la suerte de salvarnos una fecha antes. Después yo eché a la gente que estaba, nos costó dinero y cuando terminó mi contrato, me fui. Ahí es donde vuelve esta gente y después vuelve otro gerenciamiento, otra sociedad que va haciendo desastre por los clubes. Pero así terminamos. Te venden uno o dos jugadores como que un poco te vacían el club y todo cuesta. Yo estaba convencido que lo salvábamos, pero allá ellos. Son fracasos que tienen pero no les importa, seguirán actuando. Hoy están en un club, mañana en otro. El dirigente es el que permite que estén en esos clubes. La culpa no la tienen ellos.
-¿Puntualmente es el caso de Bragarnik, lo hiciste público, en algún momento?
-Con él, nos encontramos el otro día, nos debemos un café. No se ha portado bien conmigo, no pude decírselo. Fue muy rápido, pero por lo menos nos vimos a la cara para que me explique un par de cosas que realmente no entiendo. Porque está con gente que evidentemente no sabe de fútbol y les da una mano. Los meten en los clubes y así terminan los clubes. Pero lo bueno es que prometo una tregua con él. Pero el que mucho abarca poco tiene. Lo vamos a hablar en su momento, sé que maneja muchos técnicos, muchos que sin él no podrían trabajar, que pierden permanentemente y tienen trabajo. Yo no necesito ir a pedirle a nadie ni rogarle por un cargo. Hace rato escuchaba a uno en la tele, de esos que dirigen cuatro equipos en un año, porque tienen esa facilidad, ahora yo no sé cómo hacen. Quizás porque hay pocos técnicos de jerarquía.
-¿Quiénes?
-Miguel Russo, Falcioni, Zielinsky, Insúa, Gorosito. De trayectoria. La gente joven que viene con tablet, con películas, drones, con todo eso. Es cuento. Si vos no le haces un gol a nadie, desaparece todo eso, la mentira. Hay mucho cuento en el fútbol, porque también hay mucha gente que vive del fútbol. Me acuerdo en la época que uno empezó, no había drones, GPS, nutricionista, no había un montón de cosas. Me parecen genial, pero son herramientas. Si vos tenés tecnología 10 y no le haces un gol a nadie, no echan al que maneja el drone, sino al DT. Los técnicos tendrán que trabajar mucho más.
-¿Por qué es tan difícil llegarle al jugador?
-Antes era más fácil. Al jugador de antes, le decías cuatro cosas y las pescaba. Era otra clase de jugadores. Hoy hay jugadores que le decís dos cosas y no las entienden. Ha cambiado todo. Por eso hay que trabajar mucho. Bueno, ya te digo. Hay que ver. Está todo muy bonito, pero si perdés seguido, lo bonito no camina.
-¿Viste el partido Arsenal-Talleres?
-Vi el partido. Entiendo que la gente de Talleres tiene que estar preocupada. Yo lo sigo mucho. Cuando puedo, voy a verlo. Lo he visto a talleres. Talleres juega lindo, pero el título se lo lleva otro. Y eso es lo preocupante. Cuando tiene que dar la estocada final, se le van jugadores que no pudo reponer. Fíjate que ante Boca, en Copa Argentina, lo podría haber ganado sobre el final. Pero, sin nueve.... Frente a un Boca malo, que llega a penales en todos los torneos. Y lo vi con River también, que lo podía haber ganado o empatado. Pero, sin nueve... Y River, que puso una línea de cinco defensores, tremendo. Un club grande que pongan cinco defensores... Ni en el peor momento de Arsenal, jugaba con cinco. Eran cuatro, o tres. Como supe hacer en Talleres. La verdad es que no entiendo. Me gustó la actuación de Arsenal. Mereció ganar, al final. La gente de Talleres debe estar preocupada, porque yo no veo que tenga ese nocaut final. Ya lo venimos viendo desde la época de Patronato, ¿se acuerdan? Pero bueno, lo de Arsenal no me entristeció porque lo veía venir. Y habrá que cambiar, habrá que quedar de vuelta.
-Fuiste mucho tiempo subdirector de la selección mayor de AFA. ¿Por qué Argentina-Uruguay va en Boca y no en el Kempes?
-Los jugadores vienen del extranjero, llegan a Ezeiza, están dos, tres días, juegan en Buenos Aires, van al país que tienen que jugar de visita, y ahí se van todos para sus países de vuelta. Hoy capaz que es complicado hacer otro viaje más. Es un partido trascendental. No te podés andar moviendo mucho. El Kempes está impecable. Son decisiones que se toman en conjunto. Se toma el cuerpo técnico, se toma el dirigente, piden la opinión del jugador. El 70% de sus jugadopres pasó por nuestro proceso de selección. Es un espectáculo divino para todos ir a ver a la selección. Y más para los dirigentes de turno, que les encantan la foto, el abrazo, el saludo. Yo, me me quedo en casa, haciendo algo, pongo la tele. Si voy a la cancha, iría a la popular.
-En su momento, De Paul dijo que ésta era “la mejor selección de la historia”. ¿Coincidís?
-Tuve la suerte de ver la del 78, la del 82 que era un plantel extraordinario, la del 86 que fue campeona del mundo y la subcampeona del 90. La van a tener que pelear. Aparte, los rivales eran otros. Ves los de ahora y la diferencia es abismal. Antes eran todas estrellas del fútbol mundial; ahora, en cada selección, hay una o dos. El nivel ha bajado muchísimo. Por eso, las selecciones campeonas de los otros años, están 5 o 6 escalones más arriba de la actual que fue una gran selección y lo sigue siendo. Pero tenemos que ver. No es lo mismo competir con Pavarotti y Sinatra que competir con Tino y Gargamuza. Entonces ahí está la diferencia y la calidad. No le ganabas a Sinatra y Pavarotti. No es lo mismo. Muy bien De Paul, defendiendo su postura. Pero yo, que vi fútbol un poco, digo que la del 78 y la del 86 fueron superiores. Es más, la del 86 fue más porque la ganó de visitante, pro primera vez fuera del país. Y rubricó con la mayoría del plantel un segundo puesto de visitante en el 90también, así que están. Lo importante es que salieron campeones en Qatar 2022. Eso es lo más lindo. Después decir que era mejor o no, es otro tema.
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