Emiliano Martínez fue una de las grandes figuras de la Selección Argentina durante el Mundial de Qatar 2022. En la final contra Francia, tuvo una atajada fundamental en el tiempo extra y luego contuvo un penal en la definición desde los doce pasos, fue elegido como el mejor arquero de la Copa del Mundo y este jueves fue homenajeado en Mar del Plata, su ciudad natal, ante 150 mil personas.
El Dibu, que nació en La Feliz el 2 de septiembre de 1992, se fue a los 12 años a Independiente, a los 17 emigró hacia Inglaterra y 13 años más tarde se convirtió en el primer marplatense en consagrarse campeón del Mundo, lo que generó un revuelo único en la ciudad. Se preparó un escenario con una pantalla gigante, donde pasaron las mejores atajadas durante el certamen, y luego habló para la multitud presente.
"Es la primera vez que veo tanta gente junta. Ganar la tercera estrella y ser el tercero en lograrlo es un orgullo no solo para mí sino para todos los chicos, los arqueritos que tengan el sueño de ganar la cuarta. Cuando me fui a Independiente quería ser jugador profesional, a los 17 me fui a Inglaterra y cuando empiezo a jugar en la Selección mi sueño era traer un título a mi ciudad", declaró. "Primero fue la Copa América, después la Finalissima en Wembley y le ganamos a los últimos campeones del Mundo en Qatar. Es algo hermoso, normalmente el mérito se lo llevan los delanteros y que un arquero pueda generar esto es hermoso", agregó más tarde.
En su homenaje en Mar del Plata, el Dibu habló de la final del Mundial, donde la Selección Argentina empató con Francia 3-3 y ganó por penales. En la última jugada, los del banco del conjunto galo ya estaban entrando a festejar en el mano a mano de Kolo Munai, pero el arquero argentino lo evitó con una atajada increíble. "Fue increíble porque veníamos de 70 minutos controlando el partido. Fue en el que mejor jugamos. Hicimos un penal que vino de la nada, ellos se agrandaron, pero hasta que la pelota no entre no hay que festejar", dijo. Después se refirió a su bailecito en los penales y al juego mental contra Aurelien Tchuaméni. "El bailecito salió en el momento del penal. Es algo que me sale en el momento. En los penales me hago fuerte y sé que los rivales me respetan, me lo dijeron. Cuando atajo el primero en una final del Mundo yo sabía que el otro iba a estar nervioso y le traté de jugar mentalmente tirándole la pelota lejos, hablándole y jugar con eso. La tiró afuera, se cagó todo, ja", completó.
Los mensajes que se mandaron Dibu Martínez y Messi tras el Mundial
"Leo es el mejor jugador del planeta y mi sueño era darle un título en la Selección. Con la Copa América, la Finalissima, mi sueño era darle el Mundial para que no haya dudas de que es el mejor de la historia. Le mandé un mensaje después para agradecerle por haberme dado el Mundial y él me dijo lo mismo. Es algo increíble que el mejor jugador te respete", concluyó.
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