“Jugar con la selección fue tocar el cielo con las manos. Al principio estábamos medios calientes por no haber logrado la victoria en la final, pero en líneas generales hicimos un gran torneo”, comentó el jugador riojano.
Sobre sus inicios, Molina contó “comencé en el básquet de casualidad. Un día trabajando con mi abuelo me vio “Picana” Rodríguez y apostó por mí. En La Rioja solo jugué en San Martín y mi primer entrenador fue el profe “Penca” Morales”.
“Mi objetivo es no saltear pasos, ir de a poco y sumar muchos minutos en cancha. Tuve algunas propuestas de equipos de La Rioja, pero acá en Atenas (Santa Fe) estoy muy cómodo, por ahora volver no es una opción”, señaló.
Por último, sentenció “mi sueño siempre fue vestir la camiseta de la selección, todavía no caigo que pude lograrlo. Ahora quiero seguir por este camino y sueño con jugar algún día en la Liga Nacional”.
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