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Deportes ORGULLO RIOJANO

Carolina Sá y Santiago Gutiérrez, los atletas que superaron sus limitaciones físicas y cruzarán a nado el Río de la Plata en honor a Malvinas

Ella, era deportista olímpica; él guardavidas; . Ambos sufrieron accidentes de tránsito y estuvieron en el límite entre la vida y la muerte. Sin embargo, se sobrepusieron y hoy representan a Argentina a través del deporte.

Santiago Gutiérrez y Carolina Sá comparten una historia de vida similar: ambos padecieron accidentes automovilísticos, que les provocaron distintas dificultades motrices, y encontraron su refugio en el deporte. Él era guardavidas en Villa Carlos Paz y ella estaba por ser atleta olímpica de triatlón. En la actualidad, especializados en la natación de aguas abiertas, afrontan desafíos extremos y su próximo gran objetivo es el “Proyecto Malvinas Argentinas”, que consiste en cruzar el Río de la Plata -el más ancho del mundo- el próximo 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional.

Gutiérrez tenía 36 años en la madrugada del 29 de noviembre de 2012, cuando un auto conducido por un joven de 22 y alcoholizado impactó de atrás en su vehículo a 130 kilómetros por hora, en la Avenida Cárcano de su ciudad natal. Como consecuencia, sufrió una lesión medular completa y los médicos lo dieron por muerto: logró sobrevivir, pero no volver a caminar.

Los cirujanos que vieron los primeros estudios después de mi accidente me dieron minutos de vida. Esos minutos cada vez eran más largos para lo que especulaban y empezaron a preguntarse qué pasaba, por qué no estaba muerto. En ese momento, se dieron cuenta de que eran testigos de un milagro, rememoró el deportista en diálogo con TyC Sports.

“La fortaleza mental es algo único, que está aparte de lo que puedas entrenarte físicamente. Me preparo mucho mentalmente en mis entrenamientos, que son más duros que los desafíos” - Santiago Gutiérrez

De esta manera, siete meses después de una operación de dos horas y media, con 40 puntos en su espalda y la columna fijada con tornillos y planchas de titanio, Gutiérrez volvió a nadar en una pileta de Villa Carlos Paz. Fue bastante raro, porque obviamente no tenía control de mis piernas. Tuve que comenzar a experimentar mucho en la parte de flotación inferior, hasta llegar al sistema de nado adaptado que tengo actualmente”, confesó.

Su evolución y entusiasmo fueron tan grandes que se planteó el reto de regresar a las aguas abiertas, donde ocasionó un verdadero impacto: hoy, acumula cruces entre Argentina y todos sus países limítrofes. El primero fue en febrero de 2017, en el Canal Beagle, el estrecho marítimo que conecta el Océano Atlántico con el Pacífico en la frontera con Chile, y recordó: Paré 12 veces durante esta aventura. La primera fue porque tuve que secarme las lágrimas; estaba tremendamente emocionado. No podía creer que me encontraba en el medio de la nada misma, en el extremo sur de la Patagonia y sin traje de neopreno”.

“Cada desafío que me propongo es una meta a lograr. Es algo muy bonito, porque tengo que usar todas mis capacidades para gestionar, entrenar y ejecutar el proyecto” - Santiago Gutiérrez

Por su parte, -también cordobesa- estaba lista para disputar el triatlón en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. No obstante, no pudo participar de la cita debido a que fue atropellada por un trolebús, lo que le causó múltiples intervenciones quirúrgicas, la pérdida de visión en un ojo y daños severos en su brazo y pierna derecha. Al igual que su compañero de travesías, nadó en varios lagos y ríos del país y recientemente conquistó el Campeonato del Noroeste Argentino en Aguas Abiertas.

En el momento del accidente no me imaginé todo lo que iba a poder lograr, porque quedé en un estado muy grave. Pero como pude, continué. No iba a dejar que esto acabara con mi vida como deportista. Hay que adaptarse a los golpes y buscar una sonrisa. Hoy yo nado feliz: ya no soy más la atleta de élite, ahora soy la que le pone garra a la vida, expresó Carolina.

“No voy a parar hasta que el cuerpo me dé. Voy a seguir nadando y arrastrando los nueve kilos de la bandera con las firmas de los veteranos en cada 'malvinización' que haga” - Carolina SáSantiago Gutiérrez y Carolina Sá, unidos por un objetivo en común: “Malvinizar”

El destino los cruzó por las redes sociales y, hoy, como equipo y con un criterio en común, se proponen retos bajo el lema de “Malvinizar”, con el fin de homenajear a los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas. Es un tema que siempre tiene que estar vigente en nuestra sociedad, porque lo que hicieron nuestros soldados fue espectacular y nos da muchísimo orgullo”, afirmó Gutiérrez.

A su vez, Sá explicó cómo surgió su compromiso con esta iniciativa, a raíz de una conversación con su hijo, Iñaki. Cuando le conté la historia de Malvinas, con lágrimas en los ojos él me dijo ‘vos deberías demostrar con una bandera que los héroes están vivos para poder honrarlos’. Y así fue. Lo que empezó siendo una causa, hoy se convirtió en un sentimiento. No puedo cantar el himno ni hablar de la Guerra, porque lloro”, expresó emocionada.

En 2022 tuvieron su primera aventura juntos: nadaron 35 kilómetros en un evento en el Río Paraná, Corrientes, donde participaron excombatientes. Además, su fervor por la actividad física excede el agua: realizaron una “bicicleteada” con equipamientos adaptados, en La Rioja junto a los veteranos.

Tras estas experiencias, Santiago destacó su relación con Carolina: Muchas veces pensamos igual y vamos en la misma dirección. Comprendemos qué es lo que hacemos y por qué lo hacemos, así que es muy lindo para nosotros trabajar en conjunto”.

Este año, apuntan a redoblar su apuesta en el Río de la Plata, donde recorrerán alrededor de 45 kilómetros entre 12 y 15 horas, en busca de cumplir su próximo gran desafío. Por lo tanto, en los siguientes meses realizarán su preparación en Concordia, Entre Ríos, y a fines del 2023 proyectan nadar en el Volcán Corona del Inca (La Rioja), situado a 5500 metros sobre el nivel del mar.

Sin embargo, Santiago y Carolina estiman que estas actividades serán sólo el principio de un gran trayecto en conjunto. “En un futuro, queremos nadar en las Islas Malvinas, en la Antártida Argentina y en Medio Oriente. Nos encantaría cruzar el Mar de Galilea en Israel, un lugar tan simbólico para nosotros, los creyentes”, sentenció Gutiérrez.

Su pasión por el deporte no entiende de fronteras, ya sean metafóricas o territoriales. Estos amigos cordobeses componen una dupla que, con muchos aspectos en común, se unió para superar sus adversidades y concientizar a la sociedad, mediante sus historias de resiliencia y con la bandera argentina en la espalda.

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