Talleres de Córdoba goleó 3-0 a Gimnasia y Esgrima de La Plata en el estadio Juan Carmelo Zerillo, por la primera fecha de la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional: Nahuel Bustos y Ramón Sosa por duplicado convirtieron los tantos del Matador. El Lobo terminó con 10 hombres.
Torneo tras torneo Talleres se rearma: vende varios futbolistas y compra a otros tantos, en general jóvenes, que deben terminar de hacerse. No es necesidad, es un modelo de gestión de club que se lleva adelante desde que Andrés Fassi es presidente del club. La T compite fuerte, pero el objetivo principal de sus dirigentes no es ganar títulos, sino potenciar jugadores y revenderlos.
Es por eso que desde que volvió a Primera División a los cordobeses les ha costado repetir resultados luego de campañas exitosas. Pero este comienzo de Copa de la Liga fue con el pie derecho: sin Santos y Valoyes vendidos, y sin Catalán, Villagra y Garro lesionados, Talleres ganó manteniendo su estilo de presionar e ir siempre hacia adelante.
Nahuel Bustos abrió el partido a los 17 minutos del primer tiempo recibiendo en la puerta del área y rematando contra el palo. El partido fue parejo hasta que sobre el final se desvirtuó en favor de la T: a los 39' del complemento, un tiro de Rodríguez dio en la mano de Morales y tras revisarla en el VAR, Zunino sancionó penal y Ramón Sosa lo cambió por gol. Además, el defensor tripero vio la segunda amarilla y se fue expulsado.
Penal muy discutido. Argumentos a favor del árbitro: la mano aumenta el volumen del cuerpo e interfiere en el remate al arco del futbolista de Talleres. Argumentos en contra: Morales estaba pegado, no tenía tiempo ni espacio para mover el brazo, que tampoco estaba en posición antinatural, y que no se interpuso intencionalmente en la trayectoria de la pelota.
Nada le importó a Sosa, que generó casi todas las chances de Talleres, aunque también él mismo las definió mal la mayoría. Minutos después el paraguayo sentenció el doblete y decretó la historia. La ley del ex no falla.
Gimnasia no jugó bien, pero a diferencia de Talleres, el Lobo vende por necesidad y casi no incorpora. Se quedó sin Miramón y Lescano, entre varios otros, y sumó a los experimentados Lucas Castro y Pablo De Blasis, quienes debutaron pero no pudieron hacer pesar su jerarquía. Tampoco Tarragona, quien finalmente se quedará.
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