Un triunfo tan impensado como histórico es el que consiguió Francisco Comeseña en su debut de Wimbledon. El argentino, que ocupa el puesto 122 en el ranking de la ATP y disputó su primer partido en el cuadro principal de un torneo de Grand Slam, superó a Andrey Rublev (6° preclasificado) en cuatro sets para avanzar a la segunda ronda del mítico torneo sobre césped.
Con un resultado de 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 en dos horas y 58 minutos de juego, el oriundo de Mar del Plata logró una victoria clave en su carrera deportiva, en la que tiene un largo recorrido en los torneos Challengers. Además, es su estreno triunfal ante un jugador ubicado dentro de las 10 mejores raquetas del circuito, en su participación en el tour profesional masculino en un cuadro principal y en la superficie ícono del torneo en Londres.
“Creo que tuve mucha suerte hoy, no sé qué hice. Creo que sólo disfruté el partido, la cancha, la gente y jugué mi mejor tenis”, fue lo primero que dijo Comesaña en la nota después del partido en la cancha número dos del complejo de All England. Hasta el momento, Francisco había perdido en las primeras rondas de Santiago de Chile, Río de Janeiro y Córdoba Open en sus únicas tres presentaciones a nivel ATP.
Nacido el 6 de octubre del 2000, la raqueta argentina hace tres años estaba cerca del puesto 500 del escalafón mundial. Su crecimiento ha sido brillante, gracias a su trabajo y dedicación junto a su entrenador Sebastián Gutiérrez, y así lo demostró en su estreno en el césped de Wimbledon al superar a uno de los tenistas más regulares de los últimos tiempos y que viene de ser campeón en el Masters 1000 de Madrid.
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