Bad Bunny sorprendió a sus fans al revelar que su decisión de no ofrecer conciertos en Estados Unidos se debe a la preocupación por la presencia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en las afueras de los eventos. En entrevista con I-D Magazine, el artista aseguró que esta situación fue uno de los factores más determinantes a la hora de planificar sus shows.
" Hubo muchas razones por las que no me presenté en los EE.UU., y ninguna de ellas fue por odio", aclaró el cantante. La medida busca proteger a los asistentes, muchos de los cuales podrían encontrarse en situación migratoria irregular y estar expuestos a redadas.
1.500 deportaciones por día
En lugar de la gira estadounidense, Bad Bunny optó por una residencia artística en Puerto Rico. Este territorio, con estatus de Estado libre asociado, permite que los residentes de EE.UU. puedan asistir sin restricciones, garantizando un ambiente seguro para todos.
La decisión se da en un contexto de endurecimiento de políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump, caracterizado por operativos masivos y deportaciones. Según The New York Times, durante la primera semana de agosto se alcanzaron casi 1.500 deportaciones diarias, un ritmo sin precedentes desde la era Obama.
El cantante enfatizó que su elección no refleja un distanciamiento de su público estadounidense, con el que ha tenido históricamente conciertos exitosos y multitudinarios. Bad Bunny, conocido por su activismo y sensibilidad social, convierte su decisión artística en un gesto de solidaridad con las comunidades más vulnerables.
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