María Laura “Cata” Álvarez fue la séptima eliminada de Gran Hermano por decisión del público. La exparticipante se muestra muy activa en las redes tras salir del reality y, en esta oportunidad, generó la preocupación de sus seguidores con una foto desde una clínica.
“El dolor se va con una sonrisa, con un poco de suero”, escribió la mujer en una Instagram Story en la que se la ve en una camilla internada aunque sin perder la sonrisa. Hasta el momento, la catamarqueña no explicó lo sucedido.
La exjugadora de Gran Hermano ingresó a la competencia luego de que su novia, su expareja y la mamá de su hija Isabella (9) la anotaran en el casting. En varias oportunidades, “Cata” explicó que su objetivo de ganar los 15 millones de pesos eran para mejorar la calidad de vida de su pequeña quien padece artritis idiopática juvenil oligoarticular, una enfermedad autoinmune la cual se desconoce su origen.
La novia de Cata la trató de “tóxica” durante su estadía en Gran Hermano
María Laura Álvarez, Julieta Poggio y Tomás Holder fueron los únicos tres participantes que ingresaron a esta edición teniendo pareja fuera de la casa más famosa del páis. Si bien Marcos Ginocchio no aseguró estar en una relación, el salteño que aún continúa en juego, sostuvo que quedaron asuntos pendientes con una chica.
En este sentido, la imagen de “Cata” se vio opacada durante su aislamiento en Gran Hermano cuando su novia Soledad contó detalles de su relación luego de un polémico tweet donde la llamó “tóxica”.
“Fue el momento de calentura, pero después entendí que mostraron una parte de lo que dijo. Todos tenemos una parte de celos dentro de una relación. ¿Quién no es celoso? Pero ninguna de las dos es celosa enfermiza”, respondió en la mujer en LAM.
Y agregó: “Vamos a cumplir dos años juntas. Nos conocimos jugando al fútbol en un torneo. Nos faltaban jugadoras y Cata vino con una amiga. Desde entonces nos empezamos a llevar muy bien”.
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