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Espectáculos CORDOBA

Los Manseros en Cosquín 2023 y el debate sobre el momento para el retiro

La presentación del legendario grupo santiagueño en el festival y el estado de su emblema, Onofre Paz, vuelven a instalar la discusión. Otros casos similares y una posible respuesta.

Lo que comenzó a generarse con Los Manseros Santiagueños, hace poco más de 10 años en el público, es un fenómeno que tiene pocos antecedentes en el folklore argentino y hasta en la música mundial.

Un grupo con una enorme historia, pero hasta ese momento sin demasiada cabida en los grandes festivales y menos en la escena porteña, logró en poco tiempo una masividad y difusión impensada, que los llevó primero a ser cabeza de cartel en espacios clave como Jesús María (donde fueron rompiendo todos los récords de convocatoria) y enseguida a ser solicitados para todos los máximos eventos folklóricos, en una seguidilla que desembocó en un histórico primer show en el Luna Park en 2013.

La explicación del fenómeno

Las razones para ese fenómeno que se prolongó en el tiempo hay que buscarlas por supuesto en el respaldo de una obra sustanciosa y seminal para la expansión de un ritmo como la chacarera. Así como Los Chalchaleros fueron el símbolo de Salta y sus zambas, Los Manseros lograban lo propio para Santiago del Estero y su género madre. SIn dudas, estamos hablando de leyendas de nuestra música de raíz.

Pero también hubo otros aspectos que ayudaron a alimentar ese boom por momentos inexplicable. Uno tiene que ver con la estética, ya que, con sus bombachas, botas y ponchos marrones al hombro, se mantienen como uno de los pocos grupos en seguir cultivando ese rasgo identitario.

Una postal de la formación más emblemática de Los Manseros de los últimos años, con Martín Paz, Alito Toledo, Onofre Paz y Fatiga Reynoso.

Una postal de la formación más emblemática de Los Manseros de los últimos años, con Martín Paz, Alito Toledo, Onofre Paz y Fatiga Reynoso.

A esto hay que sumarle el enorme carisma de dos de sus integrantes: "el Negro" Onofre Paz, único sobreviviente de los fundadores allá por 1959, y Guillermo "Fatiga" Reynoso tenía un verdadero imán con la gente hasta que falleció en 2016, algo que siempre generó cierta envidia de su compañero. "No te hagas el solista vos. No ves que la gente te alienta porque estás viejo", supo decirle Paz a "Fatiga" en alguna oportunidad.

De un tiempo a esta parte (y sobre todo pandemia mediante), algo notorio aunque lógico comenzó a pasar con Los Manseros. Con el evidente deterioro de la salud de Onofre (cumple 82 este año) y con las dificultades que comenzó a tener para entonar, hay una sensación flotando en el aire de que cualquier presentación puede ser la última.

"Sí, me cuesta hacer la valija. Pero, gracias a Dios, hay salud, ya que sin salud no se puede viajar ni cantar", decía Paz en una entrevista en 2014, previa a uno de los desembarcos en Jesús María que terminó siendo histórico.

El deterioro y el paso del tiempo

Ahora parece que, finalmente, ese momento en que la salud no lo acompaña ha llegado. De hecho, la actuación del año pasado en Cosquín pareció ser la última de su la historia en el festival, ya que mostró a un Onofre cantando a duras penas, sentado y sin poder tocar la guitarra. Y ni hablar de sus comentarios, siempre al borde del derrape. La gran ovación que recibieron pudo ser el mejor broche de oro. Este año, la posibilidad de regresar a Cosquín por la baja de Los Nocheros les dio una nueva oportunidad de ampliar ese "hasta siempre". Los inconvenientes de Paz fueron todavía más notorios y de hecho al terminar esta gira veraniega deberá operarse por un problema en el brazo.

En la cuestión vocal, el propio fundador se rió de sus evidentes dificultades. "¿Está sonando bien?", preguntó Alito Toledo en un pasaje del show. "¡Cómo querés que esté sonando bien si estamos cantando muy fiero!", respondió Onofre sin filtro. En el folklore, la cuestión del canto debería ser un buen parámetro para medir la continuidad o no de un proyecto.

El otro detalle no menor, fue que Paz sorprendió con un saludo para su hijo Martín, quien fue parte del grupo por muchos años hasta que él mismo lo echó del escenario en 2017, en lo que significó un escándalo de proporciones. Ese posible camino hacia una reconciliación también abre la puerta para lo que podría ser una despedida con una imagen más noble y amable.

Está claro que en el caso de Los Manseros el apoyo del público sigue estando, aunque también es cierto que ya no tan incondicional y multitudinario como hace algunos años. Este evidente deterioro generó que, más allá del orgullo inclaudicable de sus seguidores, muchos comenzaran a sentir pena por el artista.

Esta realidad instaló un debate durante el festival y que se puede replicar para otros casos de músicos legendarios que sufren el inexorable paso del tiempo. ¿Hay un momento para retirarse? ¿Hasta qué momento es digno seguir en esas condiciones?

Otros casos resonantes

Si tomamos el ejemplo de los mencionados Chalchaleros, las diferencias son grandes, ya que, al comenzar con su gira despedida (se extendió por dos años), su fundador, Juan Carlos Saravia, tenía "sólo" 70. Es difícil que Onofre pudiera afrontar una exigencia de esas características, aunque por supuesto que sería un desenlace muy merecido por su trayectoria. También es cierto que Los Manseros podrían continuar sin "el Negro" Paz: por su carácter, tan fuerte como controversial, suena complicado que este panorama ocurra.

Yendo a otros géneros musicales, lo que sucedió con Charly García es más que evidente. Aunque una parte de su público pretende que el genio se siga presentando en lugares como Cosquín Rock, está claro que su estado físico no se lo permite. Ya sus últimas presentaciones (en Córdoba fueron en la Plaza de la Música 2018) lo mostraron con enormes dificultades para cantar y para desplazarse, algo que se acrecentó en los últimos años, como se pudo ver en las apariciones públicas más recientes.

El caso más emblemático de lo que "no se debe hacer" es sin dudas el de Chuck Berry, el legendario guitarrista y uno de los padres del rock and roll, que se embarcó en una gira mundial en un estado penoso. No sólo casi no podía tocar el instrumento del que fue pionero, sino que se retiró del show antes del final. Para muestra, ver algunos de los video que hay subidos a Youtube sobre su lamentable show en el Luna Park.

En definitiva, se trata de una decisión muy personal de cada artista, aunque muchas veces es fundamental la influencia de la familia y del entorno, donde el factor económico tiene mucho que ver. La pregunta que puede ayudar a responder la cuestión es: ¿con qué imagen del artista quiere que se quede el público que tanto lo veneró?.

Fuente: La Voz del Interior

COSQUÍN 2023 LOS MANSEROS SANTIAGUEÑOS

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