El Paseo del Mercado se convirtió en el escenario perfecto para rendir homenaje a quienes, con guitarra en mano y versos repentinos , mantienen viva una de las expresiones más auténticas del folclore nacional.
La actividad contó con la participación de payadores locales, entre ellos el joven Franco Villán, alumno de la Escuela Agropecuaria, quien con su talento y carisma aportó al espíritu de la jornada. Junto a él, niños y alumnos de la Escuela de Comercio también dijeron presente, sumando su frescura.
La música fue protagonista: la guitarra ?? el bombo y las voces payadoras resonaron en cada rincón del Paseo, generando un ambiente cálido, familiar y profundamente emotivo . Como no podía faltar, las comidas regionales acompañaron la velada, sumando sabor a una jornada inolvidable .
Comentarios