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Internacionales ESTE LUNES

Chile conmemoró 50 años del golpe militar de Pinochet

Chile recordó el lunes los 50 años del golpe de Estado contra el socialista Salvador Allende que instauró una dictadura de casi dos décadas, un quiebre que aún divide y enfrenta a la sociedad chilena.

Hace medio siglo, militares liderados por Augusto Pinochet terminaron de manera violenta con la llamada "vía chilena al socialismo" que empujaba el gobierno de Allende, quien se suicidó en el palacio presidencial en medio del asedio de tanques y bombardeos aéreos en pleno centro de Santiago.

Poco antes del mediodía, un minuto de silencio recordó ese momento.

El presidente Gabriel Boric, un declarado admirador del derrocado mandatario, encabezó la conmemoración oficial en que participaron políticos, invitados internacionales, agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura y artistas.

Entre ellos el presidente mexicano Andrés López Obrador, el colombiano Gustavo Petro y el uruguayo Luis Lacalle; el primer ministro portugués Antonio Costa y el asesor especial del Presidente de Estados Unidos para las Américas, Christopher John Dodd, entre otros.

"Conmemoramos una fecha que es dolorosa y que, sin duda, es un punto de inflexión en nuestra historia", dijo Boric, el primer presidente chileno que no había nacido en 1973.

"Hoy recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes, cuando hace 50 años ese Estado de Derecho caía avasallado", agregó, enfatizando que "no es separable el golpe de Estado de lo que vino después; desde el mismo momento del golpe se violaron los derechos humanos".

También asistieron el expresidente uruguayo José Mujica, el rockero estadounidense Tom Morello, de la banda Rage Against the Machine, y la argentina Estela Barnes de Carlotto de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que pronunció un discurso en el acto donde resaltó la consigna "nunca más".

La dictadura (1973-90) dejó 40.175 víctimas calificadas entre ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura, según balances oficiales. Además, hubo centenares de miles de exiliados.

En el marco de la conmemoración, el Gobierno lanzó hace dos semanas un Plan Nacional de Búsqueda para sistematizar información sobre un millar de personas desaparecidas, con el objetivo de establecer paso a paso su trayectoria final, que ha sido bienvenido por las asociaciones de familiares.

DIVIDIDOS

La fecha, que encontró a Chile en un clima de polarización política y con heridas aún abiertas por los atropellos a los derechos humanos, mostró los fuertes contrastes en torno al golpe militar que aún persisten en la sociedad chilena.

Por un lado, políticos enfrentados por el tono de la conmemoración, muchos ciudadanos desinteresados según han revelado varias encuestas y, entre medio, víctimas y familiares que aún buscan a un millar de desaparecidos.

Pero para el Gobierno de Boric la fecha era fundamental.

En los últimos días, el presidente se reunió con sus predecesores vivos y convocó a los partidos a firmar un gran acuerdo de defensa de la democracia, pero el bloque de derecha -donde figuran políticos que apoyaron la dictadura y otros que han marcado distancia- firmó su propio manifiesto días antes donde, entre varios puntos, pidió evitar las "verdades únicas".

Partidos de la derecha opositora no participaron en el acto.

En su encendido discurso de casi 45 minutos, Boric abogó por la defensa de la democracia, por fortalecer la convivencia pese a las diferencias y aseguró que "hoy es también un día para hablar del presente y del futuro".

"El aniversario –o los desacuerdos sobre cómo debería conmemorarse– han desencadenado nuevas tensiones y agudizado la polarización política", dijo el lunes la consultora Teneo en Londres.

DESCONEXIÓN

Chile viene de años convulsos, no sólo por la pandemia. A fines de 2019 fue sacudido por un estallido social, la actividad económica se ha frenado y el país enfrenta nuevos y severos desafíos en violencia y criminalidad.

En las últimas semanas hubo decenas de homenajes, mítines, presentaciones de libros, debates y varias otras manifestaciones para conmemorar la efeméride.

El domingo, en la jornada previa, se registraron desmanes durante la tradicional marcha anual para recordar el 11 de septiembre, que dejaron unos 16 detenidos. Encapuchados lanzaron piedras al palacio presidencial y atacaron infraestructura en otros puntos de la ciudad. Seis policías y cinco civiles resultaron heridos, dijeron autoridades.

Pero al mismo tiempo, la semana pasada un sondeo de la consultora Activa dijo que casi 60% de los encuestados estaba poco o nada interesado en la conmemoración y un 70% dijo que ésta divide al país. Y aunque una leve mayoría opinó que el golpe fue malo, casi 40% consideró que el principal responsable del quiebre democrático fue el propio Allende y su Gobierno.

En otra encuesta de la consultora Criteria, a fines de agosto, las respuestas mayoritarias apuntaron a que la conmemoración "nos divide como país", que es un asunto irrelevante y que abre heridas innecesariamente.

"El hallazgo más revelador pueden ser los signos de desconexión entre la clase política y el público en general: una mayoría considera que la conmemoración es inherentemente divisiva y retrógrada"; dijo Teneo, alertando que el desencanto podría afectar el segundo intento por reemplazar la Constitución de Pinochet, actualmente en curso tras un primer fracaso.

CHILE GOLPE DE ESTADO

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