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Internacionales IGLESIA

El papa Francisco se reunió con víctimas de abusos del clero en Portugal

En la continuidad de su visita a Portugal, el Sumo Pontífice mantuvo un encuentro con víctimas de abusos por representantes de instituciones eclesiásticas.

El Papa Francisco recibió este jueves a trece víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, en el marco de la primera jornada de su viaje a Lisboa, Portugal, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

"El Papa Francisco recibió en la Nunciatura a un grupo de 13 personas, víctimas de abusos por parte de miembros del clero. El encuentro se desarrolló en un ambiente de intensa escucha y duró más de una hora", precisó la Santa Sede en un breve comunicado.

La reunión se concretó luego de los encuentros que mantuvo el Papa con autoridades civiles y eclesiásticas tras su arribo a Lisboa.

También estuvieron presentes algunos representantes de instituciones de la Iglesia portuguesa encargados de la tutela de menores.

Previamente, el Papa Francisco había llamado a escuchar el grito de dolor de las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, al iniciar su visita a Lisboa, donde lo esperan alrededor de un millón de peregrinos de todos los continentes para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.

El jesuita argentino, que hace dos meses se sometió a una importante operación en el abdomen, recorrió en silla de ruedas la pista de aterrizaje, donde fue recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y varias autoridades.

En los últimos días, la capital portuguesa se llenó de coloridos grupos de jóvenes que portan banderas de todo el mundo por las calles de esta ciudad tomada ahora por la JMJ, en la que se movilizaron 16.000 efectivos de seguridad, protección civil y urgencias médicas para el evento.

Seis meses después de un impactante informe sobre ese tema en el clero portugués, Francisco se refirió a la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro.

"Esos escándalos llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas", expresó el Papa Francisco.

En febrero, un informe encargado por la conferencia de obispos portugueses, pero realizado por una comisión de expertos independientes, reveló que al menos 4.815 menores habían sido víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950.

Estas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma sistemática, concluyeron después de haber recogido más de 500 testimonios en un país donde el 80% de la población de 10 millones de habitantes se define como católica.

La cúpula eclesiástica pidió perdón a las víctimas y reconoció que había que cambiar la cultura de la Iglesia, pero según un sondeo, el 68% de las personas interrogadas consideraban que la imagen de la institución se había deteriorado.

Antes de la llegada del papa a Lisboa, un grupo de apoyo a las víctimas instaló tres grandes carteles recordando los más de 4.800 niños abusados por la Iglesia católica en Portugal.

De Irlanda a Alemania, pasando por Estados Unidos, la multiplicación de escándalos sexuales en la Iglesia fue uno de los desafíos más duros para el Papa Francisco, quien aboga por una política de tolerancia cero.

El Sumo Pontífice se reunió con víctimas en varias ocasiones y creó una comisión consultiva para la protección de los menores.

Desde su elección en 2013, Francisco adoptó varias medidas como el levantamiento del secreto papal sobre la violencia sexual por parte de religiosos o la obligación de denunciar los casos, aunque el secreto de confesión sigue siendo absoluto.

Su estilo directo y espontáneo le valió una fuerte popularidad entre los jóvenes, por lo que se espera que Jorge Bergoglio aborde en Lisboa, además, temas importantes para esta generación, como la ecología o la justicia social, en momentos en que la Iglesia católica enfrenta el desafío de la secularización en Europa.

Otro de los temas que trató Francisco en su primer día en Lisboa fue la guerra en Ucrania y en su exposición convocó a Europa a construir puentes para alcanzar la paz.

Cientos de jóvenes se agolparon en el barrio de Belém, donde Francisco comenzó con las autoridades su cargada agenda para estos cinco días, para darle la bienvenida entonando cánticos como Esta es la juventud del Papa.

A menos de dos meses de que comience en Roma una asamblea destinada a abordar el futuro de la Iglesia, la JMJ actuará también como barómetro sobre la posición de los jóvenes católicos hacia cuestiones como el trato a las personas LGTB+, el matrimonio de los sacerdotes o la posición de las mujeres.

Antes de su primer encuentro con los jóvenes mañana, la agenda de Francisco estará dedicada el miércoles a las autoridades y al clero de este país donde el 80% de sus 10 millones de habitantes se definen católicos.

El sábado, Francisco hará una rápida visita al santuario de Fátima antes de regresar a Lisboa para participar en una gran vigilia, y presidir la misa final al día siguiente.

Considerada la mayor reunión internacional de católicos, la JMJ fue creada en 1986 por iniciativa de Juan Pablo II y consiste en una serie de eventos festivos, culturales y espirituales.

Esta edición tenía que haberse celebrado en 2022, pero fue aplazada por la pandemia.

PAPA FRANCISCO VIAJE OFICIAL PORTUGAL IGLESIA

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