Tras batir numerosos récords en el oeste de Estados Unidos el jueves, la primera gran ola de calor de la temporada continúa el viernes, abrasando ciudades desde Texas hasta California. El peligroso calor debería remitir gradualmente este fin de semana, pero persistirá en partes del estado texano y Oklahoma.
La ola de calor batió récords el jueves, incluso en Sacramento, Phoenix y Las Vegas, donde se alcanzaron máximas de al menos 43 °C.
Más de 25 millones de personas, desde el Valle Central de California hasta Texas, siguen bajo alerta por calor el viernes. Las previsiones de temperaturas más extremas activaron los niveles más altos del pronóstico HeatRisk del Servicio Meteorológico Nacional, que califica el peligro para la salud humana.
Las autoridades instaron a la población a protegerse del calor, limitando el tiempo que pasan al aire libre, manteniéndose hidratados, vistiendo ropa ligera y de colores claros, y no dejando nunca a los niños ni a los animales domésticos solos en los vehículos.
Por segundo día consecutivo, el calor alcanzó el nivel más alto de un índice que mide la influencia del cambio climático provocado por el hombre.
Los puntos más calientes de la ola de calor
Los meteorólogos prevén que lo peor del calor se concentre el viernes en el suroeste desértico, el valle central de California y el oeste y sur de Texas. Este fin de semana, se espera que el calor disminuya en el centro de California, pero persista en partes del desierto del suroeste y Texas, mientras se extiende brevemente a partes de Oklahoma.
El jueves se batieron o igualaron récords históricos en el Valle de la Muerte (50°C); Needles, California (46°C); Phoenix (45°C); Las Vegas (44°C); Fresno, California (42°C); Palmdale, California (39°C); Amarillo, Texas (39°C); Bishop, California (39°C); Sacramento (38°C); Kanab, Utah (38°C); Reno, Nevada (37°C); y Flagstaff, Arizona (33°C).
A continuación se ofrece un resumen por estados de las previsiones y los récords ya igualados o superados:
Arizona
Se prevé que Phoenix alcance cerca de 43°C el viernes, después de subir a 45°C el jueves, batiendo el récord anterior de 44°C en un día natural. Entre el sábado y el miércoles se esperan temperaturas máximas ligeramente más frescas, de 39°C a 42°C.
En Tucson, las temperaturas se acercarán a los 40 grados el viernes y el sábado, antes de alcanzar máximas ligeramente más frescas cercanas a los 38 grados el domingo y el lunes, para volver a subir a casi 40 grados el martes y el miércoles.
California
Se prevé que el Valle de la Muerte alcance los 49 °C el viernes y los 48 °C el sábado, por debajo del récord de 50°C en ambos días, después de haber establecido un récord en un día natural con una máxima de 50 °C el jueves.
En el centro de California, Fresno y Bakersfield se prevé que alcancen cerca de 41 °C el viernes, registrando un Nivel 3 de 4 de Riesgo de Calor, antes de refrescar a mediados de los 32 °C este fin de semana. Pero podrían volver a superar los 38 °C el martes y el miércoles.
Nevada
Se prevé que las temperaturas en Las Vegas se acerquen a los 43 °C el viernes, tras alcanzar un récord de 44 °C el jueves. La temperatura mínima del jueves de 29 °C fue dos grados más cálida que la anterior mínima más cálida para la fecha. El pronóstico de riesgo de calor de la ciudad se mantiene en un nivel 4 hasta el sábado, que se describe como “calor extremo raro y/o de larga duración con poco o ningún alivio durante la noche”.
Aunque refrescando ligeramente, Las Vegas debería permanecer varios grados más caliente de lo normal en la próxima semana, con la previsión de máximas de 39 °C a 42°C de sábado a miércoles, en comparación con un promedio de alta a principios de junio en los 32 °C superiores.
En la cercana Henderson, una superficie de asfalto registró el jueves una temperatura de 72 °C. “Cuando hace tanto calor fuera, el asfalto y las aceras pueden convertirse en sartenes por la tarde, por lo que es mejor pasear a sus amigos de cuatro patas por la mañana, cuando hace más fresco”, dijo el Servicio Meteorológico Nacional en Las Vegas en X.
Nuevo México
Albuquerque se prevé que alcance un récord máximo de 38°C el viernes y el sábado, ambos días de registro como un nivel 3 HeatRisk, después de golpear 38°C por primera vez este año el jueves. Estuvo a un grado de igualar el récord de la fecha. Las temperaturas máximas diurnas deberían bajar hasta los 32°C y 27°C el domingo y el lunes.
Las temperaturas máximas previstas en Roswell se acercan a los 41°C el viernes y el sábado, justo en torno a los récords de 41°C a 42°C, antes de refrescar hasta los 32°C el domingo.
Oklahoma
Se prevé que Oklahoma City y Tulsa alcancen los 32°C el sábado, alcanzando brevemente el nivel 3 de riesgo térmico, antes de que el domingo las temperaturas máximas se sitúen en los 27°C.
Texas
Se prevé que El Paso alcance los 41 °C el viernes y los 39 °C el sábado, ambos días registrados como Nivel 4 de Riesgo de Calor. La máxima del viernes podría acercarse al récord de 42 °C.
Las temperaturas máximas se acercarán a los 38 °C de domingo a martes.Las máximas diurnas se prevé que alcancen cerca de 38 °C el viernes y el sábado en Amarillo, donde el HeatRisk es de un nivel 3. La ciudad empató su récord de 39 °C el jueves, que también se mantiene como el récord a batir para el viernes.
Se esperan temperaturas máximas mucho más frescas, entre 27 °C y 21 °C, de domingo a martes. Amarillo y cerca de Pantex ambos experimentaron lo que se conoce como estallidos de calor el jueves, cuando las temperaturas se dispararon aproximadamente 5 a 8 °C en tan solo unos minutos como ráfagas de viento por debajo de morir tormentas eléctricas.
La actual ola de calor es el resultado directo de una cúpula de calor de alta presión que ha abrasado México durante semanas -dando lugar al mayo más caluroso y seco registrado en el país- antes de expandirse hacia el norte y el oeste a partes de Estados Unidos esta semana. Estos domos de calor suprimen las nubes y comprimen el aire bajo ellas, provocando su calentamiento.
Por segundo día consecutivo, el índice de cambio climático de Climate Central para el viernes había alcanzado un nivel 5 en gran parte del suroeste de Estados Unidos. Se trata del nivel más alto del índice, lo que indica que el cambio climático provocado por el hombre ha quintuplicado la probabilidad de que se produzca este tipo de calor.
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