Desde hace tiempo que las sequías golpean al Amazonas, perjudicando tanto la vida de las personas como de la biodiversidad que habita allí, como consecuencia de las altas temperaturas y escasas lluvias en la región norte de Brasil. Por esta razón, los expertos advierten que la situación podría empeorar aún más, a tal punto de romper nuevos récords.
De acuerdo con las predicciones del Servicio Geológico Brasileño (SGB), en 2024 todos los ríos de la cuenca del Amazonas poseen una alta probabilidad de mantener sus niveles por debajo de los mínimos históricos, registrando así una nueva marca. Ya en 2023, esta región enfrentó un nuevo récord de sequía y una débil temporada de lluvias que afectó a la población, y que ahora podría empeorar.
Durante junio de este año, los ríos de la selva amazónica brasilera disminuyeron significativamente, hasta el punto de convertirse en bancos de arena, razón por la cual la previsión del Gobierno del Estado de Amazonas cree que se vivirá una sequía severa, parecida o peor que la anterior. Esto podría afectar aún más a las más de 330 mil personas que ya padecen la sequía y sufren problemas con el suministro de agua potable e insumos, motivo por el cual el Gobierno declaró estado de emergencia en los 62 municipios.
Según SGB, en las últimas semanas los ríos descendieron rápidamente. Las cuencas de los ríos Solimões, con -0,94 (el nivel más bajo jamás registrado), Madeira y Purus, con un 34% de probabilidades de estar por debajo de los cuatro metros registrados en 2023; están por debajo de las expectativas para la temporada. En líneas generales, la mayoría de las cuencas del Amazonas tienen tasas inferiores o cercanas a las del año pasado.
¿Cuál es la razón de la sequía en Amazonas?
Los expertos aseguran que se esperaban más lluvias en el segundo semestre de este año con la llegada del fenómeno de La Niña, la cual provoca un enfriamiento anómalo de las aguas en el Océano Pacífico ecuatorial, y suele con las lluvias en la región norte del país. Sin embargo, las aguas del Pacífico todavía no alcanzaron la temperatura suficiente como para dar lugar a este fenómeno.
"Los ríos nunca se recuperaron de la sequía del año pasado, la temporada de lluvias de este año no fue alta, no se compensó la sequía de 2023 y las altas temperaturas desde este año han empeorado la situación. Los ríos ya están más secos que el año pasado por esta misma época", explicó el climatólogo José Marengo, coordinador de Investigación y Desarrollo del Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden).
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