La gemela que sobrevivió tras caer junto a su hermano desde un tercer piso de un departamento ubicado en Sallent, Barcelona (España) "movió los párpados cuando escuchó la voz del padre".
Así lo confirmó Gustavo Lima, el abuelo de los adolescentes en diálogo con TN, desde Ezeiza, minutos antes de partir para la ciudad ibérica donde se reunirá con su hijo y la familia. "Atinó a despertarse, movió los párpados cuando escuchó la voz del padre", expresó.
"La van a volver a dormir porque tiene la mandíbula quebrada y así la pueden operar. Es alentador pero todavía queda mucho", añadió Lima, quien había contado que "no la podían mover el día anterior porque tenían miedo, tenía muy tomado el pulmón" y que se encuentra "con asistencia mecánica respiratoria".
A lo largo de la comunicación, Lima relató que su hijo, quien residía en la ciudad de Mar del Plata, "no la pasaba bien" allí, donde "sufrió asaltos". Por lo que tomó la decisión de migrar, buscando cambiar la situación económica de la familia.
"El bullying que (sus nietos) empezaron a recibir fue por tener acento argentino. No sé qué tendrá de delictivo", señaló el hombre, quien relató que en las charlas virtuales que tenía con su hijo "lo veía triste", preocupado por uno de los gemelos. "Me decía que no lo veía bien, y que no le estaba yendo bien en el colegio. Y yo le respondía: 'fijate que al nene le está pasando algo y que por eso no quiere ir a la escuela'. Hasta que le contó al padre que le pegaban", relató.
"Entonces mi hijo fue a hablar con la directora y enseguida lo minimizaron. Le respondieron: 'son chicos, no pasa nada'", añadió.
Al tiempo, Lima recuerda una videollamada con uno de sus nietos, quien le mostró a su abuelo que se había cortado el pelo. "Le dije que le quedaba hermoso. 'No le tenés que dar explicaciones a nadie'. Ahí me puso una sonrisita como si me quisiera contar algo pero no se animó. En la carta cuenta que había decidido que lo llamaran Iván", sostuvo.
Iván y Leila asistían al colegio Institut Llobregat de Sallent donde pese a la reunión de su padre, no se registraron expedientes por acoso escolar. Por este motivo, la Conselleria de Educación ha abierto una investigación que parte de las dos cartas que los menores dejaron antes de tomar la decisión de saltar por el balcón del departamento donde residían.
Durante la entrevista, el abuelo mencionó que en su infancia él también sufrió bullying en el colegio. “El chico al que le hacen bullying siempre trata de ocultar a sus padres porque tiene miedo”, señaló.
Minutos después, al finalizar, habló de la relación de sus nietos que sintetizó, visiblemente conmovido, en esta frase: “eran como dos corazones en uno, pero lamentablemente uno dejó de latir”.
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