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Opinión VOCES

Innovación financiera en Brasil: ¿Algunas pistas para pensar el futuro del sistema financiero argentino?

Durante el último lustro la digitalización ha posibilitado entre muchas otras cosas garantizar una mayor inclusión financiera, inmediatez en los sistemas de pagos y un sistema financiero más competitivo que empodera a los clientes.

La revolución tecnológica aplicada al sistema financiero avanza velozmente en la región y en el mundo, con iniciativas públicas que podrían encararse en nuestro país.

Mientras que en Argentina las urgencias e inestabilidades recurrentes siguen consumiendo el tiempo de las distintas agencias gubernamentales, la revolución tecnológica aplicada al sistema financiero avanza velozmente en la región y en el mundo, con iniciativas públicas que podrían encararse en nuestro país para beneficio de la población. Durante el último lustro la digitalización ha posibilitado entre muchas otras cosas garantizar una mayor inclusión financiera, inmediatez en los sistemas de pagos y un sistema financiero más competitivo que empodera a los clientes.

En términos de experiencias concretas algunas iniciativas cercanas de nuestro principal socio comercial en la región, Brasil, podrían servirnos para plantearnos rumbos de acción propios, adaptados a nuestra idiosincrasia e infraestructura financiera actual.

Innovación financiera en Brasil

En este sentido el Banco Central de Brasil (BCB) ha lanzado y acompañado tres casos concretos de innovación financiera que ameritan ser evaluados por las autoridades argentinas:

1) Las soluciones de pagos en tiempo real provistas por el propio Banco Central de Brasil (Pix),

2) Las normas que posibilitan una infraestructura financiera más abierta (open banking y open finance), y

3) El lanzamiento de una moneda digital pública (el real digital).

Vayamos por partes.

Pagos instantáneos

En lo que hace al rol del BCB en el sistema de pagos, numerosos países entre los que se destaca Brasil desarrollaron en los últimos años infraestructuras de pagos en tiempo real. El Pix (sistema de pagos instantáneos) de Brasil, lanzado a fines de 2020 ha logrado convertirse en el método de pago más popular en ese país alcanzando en pocos años la fabulosa cifra de 143 millones de usuarios. Con esta iniciativa, nuestro principal socio del Mercosur se ha convertido en uno de los líderes mundiales en desarrollar sistemas públicos globales de pagos en tiempo real, solo superado por India que construyó la Interfaz de Pagos Unificados (UPI) que ya cuenta con más de 300 millones de usuarios activos.

Al ser el PIX un desarrollo que permite realizar transacciones gratuitas con la facilidad de poder transferir dinero en cualquier momento a usuarios de la lista de contactos del teléfono (por medio de la denominada “chave PIX”), su adopción ha sido prácticamente universal en Brasil. De esta forma ha posibilitado la inclusión a medios de pagos digitales de una enorme porción de la economía brasileña, que es informal o, que por tener muy bajos recursos no tenían acceso al sistema bancario.

Finanzas abiertas

Otra de las principales tendencias que se observan en el mundo financiero global y que apuntan a crear una infraestructura financiera cada vez más dinámica, es la denominada banca abierta (open banking) como un paso previo a las finanzas abiertas (open finance).

Estas modalidades tienden a empoderar a los clientes bancarios, permitiéndoles a su discreción compartir su información financiera con otras instituciones financieras, bancarias y no bancarias, como fintechs o startups, a través de APIs (interfaces de programación de aplicaciones), ampliando la oferta de servicios financieros que los usuarios pueden elegir.

Según el informe «Agenda fintech rumbo a 2025», se estima que aproximadamente el 90% de los bancos latinoamericanos ya han comenzado a implementar estrategias de finanzas abiertas. Brasil, al igual que Chile y Colombia han aprobado normas que están vigentes y posibilitan la instrumentación modular de estas nuevas modalidades.

El open banking de Brasil permite que, por ejemplo, que cada cliente pueda compartir los datos de operaciones de consumos de tarjetas de crédito o colocaciones a plazos fijos y otros, entre bancos, y de esta manera comparar la oferta de beneficios y calidad de servicios obligando a competir a las distintas instituciones. Esto impulsa que los distintos actores del ecosistema financiero brinden mejores y más económicos servicios, empoderando al usuario, reafianzando la idea de que él es el “dueño” de sus datos, y no la institución financiera.

El open finance en Brasil también se encuentra regulado por el BCB y se está instrumentando por módulos, proyectando en su última fase la posibilidad que los usuarios puedan compartir sus datos con empresas de inversiones o seguros entre otros productos financieros..

El real digital

Por último, otro desafío relevante que está desarrollando Brasil es el lanzamiento de una moneda digital emitida por su Banco Central, denominada CBDC por sus siglas en inglés (Central Bank Digital Currency).

El análisis de CBDCs empezó a ser considerado tímidamente por muy pocos bancos centrales a finales de la década pasada. Sin embargo, el elevado grado de adopción de las monedas cripto, junto con la pandemia, motorizaron estas iniciativas en todo el planeta, siendo hoy -de acuerdo con lo informado por el Banco de Pagos de Basilea- casi 100 bancos centrales los que analizan su implementación.

Mientras que algunos países como Bahamas han instrumentado su moneda digital pública durante la pandemia, naciones como China están llevando adelante pruebas piloto en la que ya participan más de 200 millones de ciudadanos de ese país.

Volviendo a Brasil, actualmente el BCB está poniendo en marcha la prueba piloto del Real Digital, su moneda digital de curso legal, en la que participan 14 instituciones de relevancia como Bradesco, Banco do Brasil, Itaú Unibanco y otros.

Su uso apunta al universo de pagos minoristas con un horizonte de puesta en marcha hacia finales de 2024, potenciando operaciones en línea y el desarrollo de modelos innovadores a partir de evoluciones tecnológicas tales como contratos inteligentes, internet de las cosas (IoT) y dinero programable.

El soporte tecnológico seleccionado para la prueba piloto del real digital reside en una Blockchain (llamada Hyperledger Besu), es decir, la misma tecnología que utilizan las criptomonedas.

Hay otros dos aspectos relevantes a considerar respecto al proyecto piloto del Real Digital. Uno es que la iniciativa incorpora a la Secretaría del Tesoro de Brasil, ya que prevé la tokenización de pagos para la compra de títulos públicos federales.

Y segundo, que su desarrollo permitiría compatibilizar la interconexión con CBDCs de otros Bancos Centrales a efectos de lograr una mayor integración financiera y comercial.

Criptoactivos

Paralelamente a esta iniciativa de moneda digital pública, el gobierno de Brasil firmó recientemente un decreto designando al Banco Central de ese país como regulador del mercado de criptoactivos.

Este doble rol del Banco Central de Brasil como emisor de la moneda digital pública y de regulador del mercado de criptoactivos, posibilitaría con base en la tecnología blockchain una armonización e integración futura de todo el universo digital financiero público y privado bajo la coordinación del regulador bancario. Un ejemplo concreto de esta confluencia entre activos digitales públicos y privados se dio la semana pasada cuando el BCB autorizó a la mayor criptobolsa de origen brasileño, Mercado Bitcoin, a participar en el proyecto piloto del real digital.

La situación en Argentina

En lo que hace al sistema de pagos el Banco Central de la República Argentina ha optado por una estrategia diferente promoviendo desde las regulaciones los pagos por transferencia 3.0, apuntando a consolidar un sistema abierto y completamente interoperable para las transferencias y los pagos electrónicos.

Por el momento Argentina no ha avanzado en crear una moneda digital pública, cuyo desarrollo podría, entre otras cosas, ayudar a lograr una mayor integración comercial, financiera y económica con Brasil u otros países (como China) que cuenten con este instrumento.

Asimismo, Argentina podría diseñar un marco normativo para el desarrollo de las finanzas abiertas, tendencia que parece imparable a nivel mundial, pudiéndose encontrar ejemplos legales para adaptar a nuestra realidad en países vecinos como Brasil, Chile o Colombia.

Por último, todas estas iniciativas podrían armonizarse con regulaciones que comprendan al universo de criptoactivos de forma tal de potenciar la infraestructura financiera argentina con una mirada integral, brindándole mayores herramientas de inversión y desarrollo a consumidores, empresas y emprendedores.

Los desafíos que enfrentamos son enormes y cada uno de estos temas merece una discusión desprejuiciada y desagrietada, que permita evaluar racionalmente los beneficios y desventajas de avanzar en este tipo de iniciativas y en otras vinculadas a los avances tecnológicos. El trabajo cooperativo entre los actores públicos y privados, utilizando lo que nos sirve de experiencias exitosas de otros países parecería ser un sendero realista y virtuoso por seguir.

*Carlos Weitz- Ex presidente de CNV y Profesor de Fintech, Bigtechs, Criptoactivos y Monedas Digitales. Universidad de Buenos Aires

**Daniel Díaz – Profesor de Tecnología de la Información. Universidad Nacional Rosario

FINANZAS BRASIL

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