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Opinión VOCES

Inversión de impacto y Economía Creativa: la nueva manera de desarrollar un negocio exitoso

El vínculo entre tecnología y sostenibilidad es tal que el acceso y la democratización de las nuevas tecnologías constituyen varias de las metas de los ODS.
Carolina Biquard

Por Carolina Biquard

Ya no son solo pioneros y audaces quienes deciden invertir bajo la lógica del impacto positivo. Cada vez es mayor el interés de los inversores locales, tanto institucionales como privados, en adaptar sus estrategias financieras para generar un doble retorno: el económico y el sustentable. El concepto del mercado cambió y ya no es requisito único ser rentable, sino también tener un impacto positivo.

Los desafíos globales han mostrado cómo la creatividad brilla incluso en las horas más difíciles de la humanidad. Ahora que el mundo trabaja para superar los quiebres que dejaron las diferentes crisis, tenemos una oportunidad única de reconsiderar y reajustar el modo en que vivimos, aplicando políticas que promuevan la sostenibilidad y el bienestar social así como el crecimiento económico. En los últimos años, el mercado de capitales y la agenda de Naciones Unidas han actuado en el mismo escenario, destacando el potencial de la economía creativa como una parte fundamental de la solución curativa para el planeta, la economía y las sociedades. Así, a través de los objetivos de Desarrollo Sostenible se establecen metas concretas de las acciones socialmente positivas y que el sector empresario puede medir como impacto positivo.

El cambio de paradigma ocurre en el modelo de capital y se consolidó a través de las inversiones de impacto. Son cada vez más las empresas, organizaciones y fondos que invierten en favor de generar un impacto social y ambiental medible, con un retorno financiero. Avanzar en este sentido es crucial para fomentar el crecimiento económico y social, haciendo del capital privado una herramienta que tienda a alcanzar los logros de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) .

Si bien la inversión de impacto y la economía creativa es aún incipiente, cada vez hay más ejemplos de inversores interesados y de emprendedores con conciencia. Tanto los gestores de fondos de países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza o incluso África oriental comienzan a poner en marcha instrumentos de inversión que vinculan la inversión sostenible y de impacto con la economía creativa. Como ejemplos, podríamos mencionar un servicio de agricultura y alimentos en un parque público de Arizona que busca crear un círculo virtuoso en la comunidad al promover la alimentación saludable y autogestiva; o un fondo de inversiones de África que se enfoca en las mujeres, entre muchísimos otros en diferentes continentes.

América Latina, por su parte, cuenta con varios ejemplos exitosos de iniciativas locales que lograron instrumentar modelos de impacto. En Chile, por ejemplo, una institución financiera con principios éticos de inversión financia industrias creativas para promover la libertad cultural y construir una sociedad más inclusiva. En nuestro país, en Jujuy, una empresa de impacto social innovadora basada en el arte ancestral del hilado, construyó un modelo de negocios basado en el comercio justo y un sistema inclusivo de gobernanza en el que las comunidades locales forman parte de la junta directiva.

Todos estos casos se encuentran registrados en la biblioteca de ensayos de Creatividad, Cultura y Capital, donde se reúne a más de 100 autores del mundo que exponen casos de Economía Creativa e Inversiones de Impacto. Esto funciona y el mundo se está virando hacia allí.

Argentina, por su carácter emprendedor y todo su ecosistema empresarial, es tierra fértil para hacer crecer los negocios que identifiquen las oportunidades de inversión sostenible, con propuestas de la economía creativa e inversiones de capital paciente y mixto.

El vínculo entre tecnología y sostenibilidad es tal que el acceso y la democratización de las nuevas tecnologías constituyen varias de las metas de los ODS. Conscientes de esto, desde Fundación Compromiso incubamos en 2018 Potrero Digital, la red de centros de centros de aprendizaje de oficios digitales porque sabemos que la innovación tecnológica sirve como motor para el cambio. Ya pasaron más de 10.000 alumnos por nuestras aulas, y más de la mitad de los egresados certificados está trabajando en o para la Economía del Conocimiento, algunos trabajando para emprendimientos productivos creados desde Potrero Digital, generando recursos genuinos que retroalimentan todo el ecosistema.

La inversión con impacto se presenta como una solución rentable a problemáticas que tienen un costo altísimo para la sociedad, para la economía y para nuestro planeta. Es necesario el compromiso de todos los actores - sociales, gubernamentales, empresariales - para avanzar hacia un sistema financiero que contribuya a alcanzar un modelo de desarrollo más sostenible y no deje a nadie atrás.

*Directora Ejecutiva Fundación Compromiso.

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