La Policía de La Rioja llevó adelante un amplio operativo en la ciudad Capital, donde allanó tres domicilios y secuestró 60 bochas de cocaína. El procedimiento fue informado por el comisario Eduardo Bravo, subdirector de Narcotráfico, quien detalló que las viviendas estaban siendo investigadas por su presunta vinculación al narcomenudeo.
Durante los allanamientos simultáneos, se encontraban en el lugar varios jóvenes que serían clientes habituales, quienes fueron demorados. En la requisa, algunos tenían sustancias en su poder, lo que confirmó que los domicilios funcionaban como puntos de venta de drogas.
El operativo tenía como objetivo principal detener a un hombre mayor de edad, señalado como el responsable del kiosco de venta, pero no fue hallado en las viviendas. Actualmente, permanece prófugo y pesa sobre él un pedido de captura provincial.
Bravo explicó que, tras distintas reuniones con el Ministerio de Seguridad, se advirtió un cambio en la modalidad del narcotráfico en La Rioja: “Muchas familias sin antecedentes hoy forman parte de la cadena más baja de distribución o comercialización de sustancias”, indicó.
El jefe policial reconoció que, si bien las estadísticas nacionales ubican a la provincia con índices bajos en materia de narcotráfico, la situación es preocupante. “El aumento de puntos de venta está directamente relacionado con la crisis económica y la falta de empleo”, concluyó.
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